Bilbao. La relación entre PNV y PSE ha recobrado el pulso. Tras una legislatura de enfrentamiento, los jeltzales han cedido tres votos a los socialistas para que pudieran contar con un senador de designación autonómica, han pactado la creación de la ponencia de paz, y han acercado posturas en la regulación del Impuesto de Sociedades durante el pleno de fiscalidad. Ayer mismo cerraron un acuerdo para convertir a Mikel Agirre en director general de EITB, y lo hicieron como parte de un paquete que abarcará la renovación del Ararteko y del Tribunal Vasco de Cuentas, la configuración del Instituto de la Memoria, o la elección de la terna a presentar al Consejo General del Poder Judicial para sustituir a un magistrado de la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.

En cualquier caso, la política de alianzas se presenta aún muy abierta. De hecho, al margen de las coincidencias con el PSE, las sucesivas votaciones parlamentarias han reflejado mayorías dispares -PNV, PP y UPyD, o PNV y EH Bildu-, además de que ambas partes insistieron ayer en descartar que el último acuerdo allane la aprobación de los presupuestos -el socialismo avisó de que "no prejuzga" su sentido de voto-. No obstante, PNV y PSE han abierto una vía de interlocución de modo que, al menos, los jeltzales no se toparán de antemano con su veto. Tras una legislatura de incomunicación, la comparecencia conjunta de los portavoces Joseba Egibar y José Antonio Pastor es todo un hito.

Los rumores que apuntaban a que el PSE habría supeditado su apoyo a Agirre al mantenimiento de algunos de los directivos se colaron en la rueda de prensa de ayer. Pastor negó que haya condicionado su respaldo a que el director se rodee de personas propuestas por el socialismo, y matizó que solo le ha pedido que escuche a su partido a la hora de diseñar su equipo. Fuentes jeltzales consultadas por DNA ratificaron que será Agirre quien cierre la estructura del ente. "No se han planteado nombres para dirigir la radio o la televisión. Apostamos por que sea gente de la casa, pero Mikel Agirre tendrá manos libres. El PSE coincide con esa lectura", dijeron.

La que sí parece cerrada es la composición del Consejo de Administración, con seis representantes del PNV, cuatro de EH Bildu, cuatro de instituciones sociales, tres del PSE y dos del PP. Según fuentes del Gobierno, el deseo de Lakua pasa por refrendar en una misma votación, y en el último pleno de febrero, la composición de ese órgano y el nombramiento de Agirre, que será aprobado hoy mismo por el Consejo de Gobierno a primera hora de la mañana. Así podrá pasar también hoy por la Mesa del Parlamento.

La situación de interinidad y el deseo de Alberto Surio de reincorporarse a su anterior puesto propiciaron que los partidos pisaran el acelerador en búsqueda de la mayoría absoluta necesaria. Los acontecimientos se precipitaron a finales de la pasada semana, cuando el PNV mantuvo contactos a tres bandas en el Parlamento con representantes del PSE, el PP y EH Bildu. Al encallar las conversaciones con los dos últimos, los jeltzales se centraron en el socialismo, con quien prosiguieron negociando el fin de semana. Agirre, actual director de Explotación e Ingeniería de EITB, participó en algunos de los últimos encuentros. Egibar aseguró ayer que no ha advertido "resistencias" de otros partidos ante su candidatura, mientras EH Bildu afeó al PNV que se limite a apoyarse en el PSE tras haber criticado la gestión del actual equipo de EITB.

el acuerdo Desde el PNV precisaron que el entendimiento con el PSE vendrá acompañado por "una voluntad de consensuar y favorecer la renovación normalizada, cuando corresponda", del Ararteko y el Tribunal Vasco de Cuentas. Sus mandatos caducarán en 2014 y 2015, y por el momento nadie ha avanzado su intención de renunciar antes de que expire su etapa, por lo que aún no se ha puesto ningún nombre sobre la mesa. En cuanto a la inminente renovación de la Sala Civil y Penal, compondrán la terna los dos candidatos del PNV y el del PSE, mientras decaerá el de EH Bildu.

En el caso del Instituto de la Memoria, han pactado retomar la proposición de ley acordada la pasada legislatura por ambos partidos, los expulsados de Aralar y Ezker Anitza, y dar un mes de plazo al Gobierno para que analice si debe sufrir algunos cambios técnicos para adecuarse a la actual estructura del área de paz. Al frente del instituto se situará un consejero, nombrado previsiblemente desde Lehendakaritza, y contará con una junta o patronato con la presencia de Eudel, las diputaciones y la sociedad civil, entre otros. Un ámbito donde podrá ponerse en práctica el acuerdo con el PSE, pero también "con EH Bildu y el PP".