Vitoria. Txarli Prieto logró ayer revalidar su condición de secretario general de Álava con el 57,6% de los votos, un porcentaje muy alejado del prácticamente respaldo unánime que cosechó en la dos citas anteriores en las que se postuló al cargo. Entonces no existían listas alternativas como la que ayer, con el edil del Ayuntamiento de Vitoria Juan Carlos Alonso al frente, disputó a Prieto la riendas de la caravana socialista, una grieta en el consenso del PSE que no tiene visos de cerrarse a corto plazo.
El secretario general alavés y los 21 miembros de la Ejecutiva que le acompañarán al frente del partido durante los próximos cuatro -cuatro menos que hasta ahora- forman una base con la solidez que otorga superar la mayoría absoluta de la formación en este territorio, pero vulnerable al fuego amigo a poco que las tornas varían en los próximos meses o años.
Y es que el resultado de 53 a 38 votos favorable a Prieto reduce la brecha que mostraron ambas candidaturas el mes pasado durante la elección de los delegados que ayer se dieron cita en un hotel de la capital alavesa -"de cuatro estrellas y no de cinco", como comentó algún participante en el evento en referencia a las críticas a las prácticas del partido de la integrante de las Juventudes Socialistas, Beatriz Talegón- para renovar los órganos de dirección en este territorio.
"Un 9% más cerca", según destacaron desde el sector renovador, que insisten en unir este dato con el incremento del censo del partido que han detectado desde que se puso en marcha este proceso. Así las cosas, la renovación de la Ejecutiva y su líder no sirvió para templar gaitas con los críticos a su gestión, pese a que el reelegido secretario general afirmó tras el encuentro que se había dirigido a miembros del ala renovadora con la intención de que se sumaran al nuevo órgano de dirección. "Lo he intentado, pero han declinado el ofrecimiento", comentó Prieto, que no matizó cuántas plazas estaban destinadas a estos afiliados ni los cargos que les había ofrecido.
Contactos Desde el polo opuesto, donde abrirán ahora "un periodo de reflexión" con la convicción de seguir en el partido, agregaron que el líder del PSE alavés no había hablado con ninguno de los portavoces de este sector, y que tan solo había trasladado su ofrecimiento a personas sin demasiada significación dentro del partido, que le habrían respondido que se pusiera en contacto con los portavoces.
En la nueva lista destaca la ausencia de Javier Rojo, el expresidente del Senado y presidente del PSE alavés hasta el Congreso de ayer, que abandona la Ejecutiva pero "no por la puerta de atrás", en opinión de Prieto, que destacó la trayectoria del veterano político.
En definitiva, y a modo de declaración de intenciones, el secretario general confió en que el congreso de ayer "cierre un capítulo" en la política interna del PSE alavés que comenzó su polémica andadura con el retroceso de los socialistas en las elecciones locales celebradas hace dos años.