vitoria. A pesar del escarpado terreno que aún debe recorrer el Gobierno Vasco para granjearse algún socio que le permita aprobar sus Cuentas, ayer comenzó a instaurarse un clima propicio para abordar las negociaciones. El mismo día en que Lakua cerraba un plácido Consejo Vasco de Finanzas sin enfrentamientos con las diputaciones tras aparcar el recálculo de ingresos, el presidente del EBB Andoni Ortuzar trasladaba al lehendakari la "buena marcha" de las conversaciones entre partidos en materia de fiscalidad.

No sería una cuestión menor, ya que un acuerdo en este sentido podría rebajar la beligerancia de los partidos ante sus Presupuestos y, en concreto, podría predisponer favorablemente al PSE, que marcó como condición para abordar las conversaciones sobre las Cuentas que el debate fiscal fructificara previamente. Aunque el PNV prevé que las nuevas normas puedan entrar en vigor en 2014, sí coincide con los socialistas en la necesidad de imprimir ritmo a las conversaciones. En concreto, apostó por cerrar una primera ronda de partidos antes del monográfico de fiscalidad que acogerá mañana el Parlamento. Y esa ronda ha servido a los jeltzales para apreciar sintonía. El propio PSE habló de cambios de actitud en el PNV en sentido positivo tras su encuentro de ayer, con el que se puso fin a esa primera toma de contacto. La delegación jeltzale la formaron Pilar García de Salazar, José María Iruarrizaga, Borja Belandia, Josune Gorospe e Itziar Agirre, y por parte del socialismo fueron Javier Lasarte, Iñaki Arriola, Cristina González, Rafaela Romero e Iñaki Egaña.

A pesar de esos mensajes conciliadores, aún quedaría mucho trabajo que hacer ya que, según fuentes de Sabin Etxea consultadas por DNA, prosiguen las discrepancias sobre el foro de debate -el PNV apuesta por respetar las competencias forales y por llevar la discusión al Órgano de Coordinación Tributaria y a las Juntas Generales, mientras el PSE aboga por materializarlo en el Parlamento-. Además, aunque habría sintonía en cuanto a los impuestos que deben modificarse, aún hay serias discrepancias en las propuestas concretas.

Sin embargo, y tal y como confirmaron desde Lehendakaritza a este medio, Ortuzar comunicó a Urkullu que tanto el PSE como los tres partidos que gobiernan en las diputaciones y el Gobierno -PNV, EH Bildu y PP- coinciden en la necesidad de la reforma, y dejó ver cierto atisbo de optimismo. Al margen de que en el pleno de mañana Patxi López se ciña al guión y pase a los jeltzales la factura de los tres años y medio sin reforma fiscal, lo que parece claro es que algo se mueve en la negociación, y que la cita vendrá precedida por la cordialidad y los mensajes sobre el margen de acuerdo: el PSE aseguró ayer en un comunicado que había apreciado un cambio de actitud en el PNV a favor de la reforma fiscal, confió en que las "expectativas creadas" se plasmen en acuerdos concretos en el pleno, y abrió la puerta a que esos pactos alumbren consensos en un nuevo encuentro que mantendrán próximamente.

Cita con Urkullu Ortuzar trasladó sus impresiones al lehendakari en una cita que comenzó a las 16.30 horas y que cerró la ronda de Urkullu. Como cabía esperar, se desarrolló en total sintonía. Ambos se ven todos los lunes en las reuniones del EBB y, por ello, están muy al tanto de las gestiones de cada uno. "Ortuzar sabe cómo va Lehendakaritza porque Urkullu da el parte en el EBB, y Urkullu sabe cómo va el partido porque se cita con el todos los lunes", explicaron desde Lakua.