madrid. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quiso lanzar ayer de cara a Europa un doble mensaje de fortaleza en torno a la recuperación de España (unidad y crecimiento para finales de este año) y otro de firmeza en torno a su compromiso reformista. El presidente eligió para este discurso unas jornadas organizadas en Madrid por el prestigioso diario económico The Economist, donde dijo, sobre todo de cara a la prensa internacional, que es consciente de que 2013 volverá a ser un año "difícil" para la actividad, aunque la contracción no será "tan intensa" como en 2012. Aseguró además que las previsiones del Gobierno anticipan que en la última parte de 2013 y en 2014 la economía recuperará tasas de crecimiento positivas.

Respecto el "afán reformista" del Gobierno, Rajoy dijo que su equipo "ni se distrae, ni flaquea, ni se agota", y que la madurez que ha demostrado la sociedad española es "la determinación que anima al Gobierno a sentar las bases para que se pueda escribir otra página de éxito en su historia". Pero en su argumentario ese reconocimiento de los esfuerzos exigidos a los españoles va siempre acompañado de una coletilla, y ayer también: los ciudadanos tendrán que apretarse aún más el cinturón: "Los esfuerzos deben necesariamente verse completados por un proceso de reformas y mayor integración en la zona euro, pese a los avances que se han producido en este ámbito, como el supervisor único o el nuevo Presupuesto para la UE".

argumento El jefe del Ejecutivo repasó algunas de las reformas puestas en marcha, como la del mercado de trabajo, o la Ley de Unidad de Mercado, que resulta "esencial para facilitar la movilidad de los sectores productivos y su productividad, mejorando la eficacia del mercado interno". Esta ley, según Rajoy, tendrá un impacto "muy positivo en la competitividad española y resulta esencial para que las empresas puedan aprovechar sus economías de escala y alcance favoreciendo el crecimiento". De la misma forma, ensalzó las actuaciones en sectores clave como "el turismo o el impulso a las tecnologías de la información". Todas estas medidas, a su juicio, son para aumentar la competitividad, aunque algunas ya están dejando efectos en sectores muy importantes, como el de la automoción.

En este sentido, Rajoy dijo que "gracias a la flexibilidad que ha proporcionado la reforma laboral se están consiguiendo nuevas inversiones -como Renault-Nissan- con beneficios en términos de aumento de producción y creación de empleo". Pese a la existencia de seis millones de parados, el presidente cree que "gracias a la reforma laboral, que permite ajustes por otra vía que no sea el empleo, España se está convirtiendo en referencia europea en la industria del automóvil".

cambio El presidente también ha repasó otros datos positivos de la economía española, como el máximo marcado por las exportaciones entre enero y noviembre de 2012 (294.522 millones de euros, un 4,3% más) y la "drástica" mejora del saldo de la balanza comercial que conlleva. Según Rajoy, estos son los primeros resultados del "cambio radical" de la política económica que ha puesto en marcha el Gobierno.