Bilbao. No se esperan grandes sorpresas del modelo político socialista que salga del séptimo congreso del PSE a celebrar este fin de semana en Bilbao, así que la incógnita radica en saber si la renovación de personas, de la que poco ha trascendido, deparará novedades. Lo único que se conoce a ciencia cierta es la intención del secretario general del PSE, Patxi López -que saldrá reelegido al ser el único candidato-, de conformar una nueva ejecutiva más reducida, que pueda ser más operativa y cuyos integrantes se pongan al frente de áreas de responsabilidad más definidas. No será la única novedad en la estructura orgánica del PSE. El cónclave de los socialistas vascos aprobará nuevas normas sobre incompatibilidades. A partir de ahora se limitará la acumulación de cargos orgánicos tanto dentro de la estructura del partido como de la responsabilidad institucional. Aunque la normativa podría afectar a la continuidad de López, fuentes de la formación confirman que nadie se ha planteado apear al actual secretario general.
La decisión de conformar una ejecutiva más compacta no sorprende teniendo en cuenta que, en la actualidad, la Comisión Ejecutiva del PSE la integran 38 miembros, de los cuales solo 23 están al frente de alguna área de gestión; es el caso de los pata negra de la formación, como Rodolfo Ares, o las nuevas promesas, con Mikel Torres como mayor exponente. Pero otra docena de miembros de la ejecutiva, muchos de los cuales compatibilizaban la pasada legislatura el cargo orgánico con responsabilidades institucionales -entre ellos Isabel Celaá, Miguel Buen, Rafaela Romero o Ernesto Gasco-, son vocales de la ejecutiva sin área específica de gestión.
Esta abultada lista contrasta con las dimensiones más reducidas de las ejecutivas de otros partidos políticos de su entorno. Es el caso del comité ejecutivo del PP de la Comunidad Autónoma Vasca, que cuenta con 16 integrantes, mientras que el Euzkadi Buru Batzar del PNV limita su estructura a 14 burukides.
La composición de la nueva ejecutiva también podría estar condicionada, de alguna manera, por las nuevas normas sobre incompatibilidades que serán aprobadas en el congreso de la semana que viene y que modifican los estatutos del PSE. Se impedirá que los militantes desempeñen más de dos cargos orgánicos. También se recoge una norma adoptada por el PSOE en 2008 que impide a todo miembro de una ejecutiva socialista repetir el mismo cargo interno durante más de tres mandatos consecutivos. La excepción es el secretario general del partido cuando ejerza al mismo tiempo de lehendakari. Este nuevo artículo inhabilitaría a Patxi López para optar a un cuarto mandato al frente de la secretaría general del PSE, a la que accedió en el año 2002. Pero no será así. En primer lugar, porque los propios estatutos incluyen una salvaguarda para que los órganos del partido puedan levantar las incompatibilidades "con carácter excepcional". Es decir, que llegado el caso de que se planteara dicha incompatibilidad, López no tendría ningún problema para ser eximido de dicha norma, ya que a día de hoy su hegemonía dentro del PSE hace improbable su cuestionamiento como secretario general.
Fuentes socialistas deslizan una explicación más prosaica para no plantear la incompatibilidad. La clave radicaría en los tiempos: los compromisarios socialistas reelegirán al secretario general el próximo sábado, mientras que la modificación de estatutos tendrá lugar al día siguiente. O lo que es lo mismo, la incompatibilidad del cuarto mandato no habría entrado en vigor cuando los compromisarios procedan a la elección de López. Lo contrario sería aplicar la norma de manera "retroactiva", justifican en el PSE.
el caso de pastor No sería el único cargo socialista afectado por esta incompatibilidad. El secretario general de los socialistas vizcaínos, José Antonio Pastor, se encuentra en las mismas circunstancias que López: ha completado tres mandatos y opta a un cuarto al frente del PSE de Bizkaia, elección que tendrá lugar dentro de dos semanas, el domingo día 17, tras el congreso de Euskadi. En este caso, la excusa de la retroactividad no sería valida, ya que la modificación de los estatutos del partido estaría vigente antes de procederse al congreso de los compromisarios vizcainos. Fuentes socialistas, sin embargo, consideran que tampoco se le aplicarán los nuevos estatutos: siempre quedará el recurso de levantarle la incompatibilidad.
Poco más ha trascendido de la renovación de caras entre las filas socialistas. El único que ha alzado la voz es Alfonso Gil, todavía secretario de Organización de la formación, que ya anunció su intención de renunciar a la reelección. También se da por segura la incorporación a la ejecutiva de Idoia Mendia.
Otra de las incógnitas es el futuro que el PSE depara a Jesús Eguiguren. Tras su retirada hace cinco meses de la primera línea de la política, López adelantó que, "si Eguiguren quiere seguir, seguirá". En los últimos días ha trascendido que el todavía presidente del PSE deja en manos de su partido su futuro en el organigrama, pero que no pretende hacer batalla de su reelección.
Patxi López, junto a Ares y Mendia, que formarán parte de la nueva ejecutiva del PSE. Foto: josé mari martínez
Aún no se ha desvelado el futuro de Eguiguren, quien deja en manos del partido continuar como presidente