Bilbao. Los partidos de la CAV han asumido que la gravedad de la crisis exige actuar con celeridad. Tras las elecciones de octubre, el Parlamento Vasco pudo acortar los plazos para la investidura de Iñigo Urkullu sin mayores discusiones, y ayer mismo optó por activar el tradicionalmente inhábil mes de enero por una unanimidad que no deja de ser llamativa en un legislativo tan fragmentado. Las formaciones parecen estar compenetradas aunque solo sea en la necesidad de dar pasos urgentes contra la crisis, y ya han registrado un considerable monto de iniciativas sobre cuestiones económicas o de pacificación para su discusión en el legislativo. El próximo mes se perfila, así, como el auténtico arranque del curso político: para entonces y tras el tercer Consejo de Gobierno del próximo lunes, el Ejecutivo del PNV ya habrá completado su organigrama, contará con cierto rodaje, y estará en condiciones de adoptar decisiones de envergadura. En su segundo Consejo, celebrado el día 24, ya dio señales de haber comenzado el despegue al adoptar una primera medida urgente sobre la reinserción laboral de los trabajadores del metal. El gabinete de Urkullu, que dejó claro desde el primer momento que apostaba por habilitar el próximo mes, presentará sus directrices presupuestarias a finales de enero, y llevará a sus consejeros a la Cámara para que detallen sus líneas de actuación para la presente legislatura. Unas actuaciones en consonancia con la apuesta por liderar un gobierno de “acción” que dé respuesta cuanto antes a los retos de la crisis.

En concreto, la Junta de Portavoces del Parlamento decidió ayer que la institución abra a partir del 14 de enero -aceptando la propuesta formal de EH Bildu y PSE, y en sintonía con la voluntad expresada verbalmente por el resto de formaciones- para comenzar a constituir las comisiones, fijar las comparecencias de los consejeros, y celebrar sendos plenos ordinarios el día 24 y el 31. Según ha podido saber este diario, el primer paso será conformar las comisiones -los consejeros no podrán comparecer en ellas hasta que no sean creadas-, tarea que comenzará el lunes 14, y que las fuentes consultadas no prevén que se extienda más allá del martes. Sin embargo, aún se desconoce qué comisiones compondrán el Parlamento -solo se da por sentado que sus miembros se verán reducidos de 18 a 15 parlamentarios-, y quién las presidirá. El reparto no sería una cuestión irrelevante, ya que los acuerdos que se materialicen en ese terreno podrían ofrecer una medida de la sintonía entre unos y otros partidos, y podrían avanzar eventuales alianzas.

Las comparecencias A partir de ese momento, se sucederán las comparecencias de los ocho consejeros del Gobierno Vasco que, como suele ser habitual en la práctica parlamentaria, detallarán sus planes en la comisión correspondiente y no ante el pleno. Fuentes del Ejecutivo adelantaron a este periódico que el primero en exponer su proyecto será el responsable de Hacienda y Finanzas, Ricardo Gatzagaetxebarria, aunque aún se desconoce la fecha en la que intervendrá. Lakua se ha decantado por él al entender que los Presupuestos constituyen el debate más urgente, si bien no se espera que detalle necesariamente las directrices de sus cuentas. Podría hacerlo en una segunda comparecencia prevista para finales de enero, una vez presentado su proyecto en el Consejo de Gobierno. No se ha fijado ninguna fecha concreta para abordar ese trámite.

Fuentes parlamentarias explicaron que las restantes comparecencias se sucederían de forma escalonada, previsiblemente al ritmo de un consejero por día, con varias intervenciones en la misma semana. Sin embargo, “todo permanece abierto”, y también podría optarse por la comparecencia simultánea de cada miembro del gobierno en su respectiva comisión. Aunque podría ayudar a imprimir ritmo a la legislatura, esa opción se presenta como la alternativa más improbable, ya que lo más habitual pasa por que el partido en el gobierno trate de sacar jugo a sus intervenciones y mimarlas como carta de presentación de sus cuatro años de gestión. Además, esa concentración de comparecencias resultaría especialmente gravosa para el parlamentario de UPyD Gorka Maneiro quien, al ser el único representante de su formación, no podría dividirse entre todas las comisiones para atender a las ocho intervenciones.

La decisión definitiva quedará en buena medida en manos de los consejeros, cuyos deseos y agenda serán muy tomados en cuenta para cerrar el formato final. El Ejecutivo de Urkullu, además, trabaja ya en sus cuentas, y tampoco pierde de vista la presentación de su programa de gobierno y del calendario legislativo, principales hitos en el arranque de toda legislatura para los que aún no hay fecha, pero que el PNV se propone cumplimentar religiosamente. El lunes celebrará su tercer Consejo de Gobierno, aunque aún no se ha decidido qué cuestiones se abordarán.

En cuanto a los plenos de los días 24 y 31, todavía no se ha cerrado ningún orden del día, y las fuentes consultadas apuntan a que podría ultimarse la semana anterior a la celebración de dichos debates. Sobre la intención del PSE de abordar sendos plenos monográficos sobre empleo y fiscalidad, fuentes de Lakua aseguran que no rehuirán ninguna cuestión, y no descartan que esos debates puedan abordarse con celeridad, siempre y cuando así lo determinen los partidos del Parlamento, que “tiene sus propios ritmos”. Lo que sí dejan claro desde el Gobierno Vasco es que no tendrán empacho a la hora de debatir sobre cualquier tema, incluyendo la reflexión sobre la Ley de Territorios Históricos, a la que el lehendakari aludió expresamente en su discurso de investidura.

Sustituciones La Junta de Portavoces también decidió ayer que el Parlamento Vasco someta a votación el adelanto de la paga de julio a enero mañana mismo y, además, el Legislativo admitió a trámite las renuncias de los parlamentarios jeltzales que han recalado en el Gobierno, como es el caso de Ricardo Gatzagaetxebarria, Estefanía Beltrán de Heredia, Ana Oregi, Arantza Aurrekoetxea y Estibaliz Hernáez, a quienes sustituirán Ana Otadui, Peio Iparragirre, Leixuri Arrizabalaga, Joseba Zorrilla y Juan Carlos Ramírez-Escudero. Todos ellos han registrado ya su solicitud de ingreso en el grupo parlamentario jeltzale.

Por otra parte, el veterano Eduardo Mancisidor volverá a ocupar el puesto de letrado mayor en el Parlamento de Gasteiz en sustitución de Montserrat Auzmendi y a propuesta de la presidenta del legislativo, Bakartxo Tejeria. Mancisidor fue sustituido la pasada legislatura a propuesta de la popular Arantza Quiroga, lo que supuso que hiciera las maletas tras quince años al frente de la asesoría. Una gestión que se vio interrumpida entre 2003 y 2005, cuando dejó su puesto descontento con la sentencia del Supremo, que ordenó clausurar el despacho de Sozialista Abertzaleak. Aunque presentó su dimisión, fue repescado en el año 2005.