BILBAO. La entrada de Josu Erkoreka en el Gobierno Vasco ha situado al diputado del PNV Aitor Esteban en el lugar más destacado del Grupo Vasco en el Congreso. Ahora afronta sus nuevas funciones bajo los objetivos de buscar márgenes de negociación con un Gobierno que goza de mayoría absoluta y renegociar el Cupo.

Le toca estar en primera línea en los grandes debates parlamentarios. ¿Se siente más expuesto?

Digamos que más visible, porque tocan los debates con los líderes de las formaciones políticas, por lo tanto, sí hay una mayor visibilidad.

Entre sus nuevos retos está también mantener buenas relaciones con el Gobierno Rajoy. ¿Le han dejado un buen legado en este sentido?

Las relaciones con el Gobierno pueden ser buenas o malas depende de cómo vengan los tiempos, lo que siempre hay que tener abiertos son los puentes y los canales de comunicación y en eso Josu Erkoreka ha sido un maestro. Ha sido un excelente portavoz y para mí es bueno que sea ahora el responsable del desarrollo autonómico del Gobierno Vasco. Él bien sabe cómo funcionan aquí las cosas y el trabajo con los ministerios.

En la anterior legislatura con Rodríguez Zapatero, el PNV fue absolutamente necesario, pero las cosas han cambiado mucho.

Cuando llegué aquí el PSOE intentó ningunear al Grupo Vasco, estábamos en pleno debate del Plan Ibarretxe y se apoyaron en ERC. Todo fue evolucionando y al final fuimos un elemento decisivo porque las coyunturas van cambiando, pero en cualquier caso siempre hay que estar presente porque no se trata solo de formar parte de mayorías, siempre hay posibilidades de salvar algo importante y para eso hay que estar.

¿Con la posibilidad de un rodillo parlamentario cómo de flexible es el margen de negociación?

Depende de si es pleno o es comisión, lo que está claro es que hay que estar. Las formas no están siendo feas, pero es cierto que no ha hecho nada de caso a la oposición. Sin embargo, la oposición creando un frente común, que también hay que trabajarlo y no es sencillo, ha podido plantar clara al Gobierno, y en determinados temas hacer que el Ejecutivo se piense dos veces los temas que quiere llevar adelante. Presente siempre hay que estar aunque sea para una labor de denuncia y señalar lo que es inadmisible.

¿Es quizás ahora más importante un trabajo de diálogo, de mantener una relación fluida?

Un buen ejemplo ha sido la contestación hoy de Rajoy en la sesión de control, en el debate sobre el Consejo Europeo. Nos correspondía preguntar sobre el control del negocio bancario por parte de las cajas y la respuesta ha sido interesante que era la que nosotros le pedíamos. Si uno no está trabajando aquí nadie más lo va a hacer.

Las decisiones de Euskadi se paralizan en el TC, sin embargo, el mismo tribunal está empezando a verse saturado por los recursos de la oposición…

El ordenamiento jurídico está para cumplirse y en el caso de la actualización de las pensiones hemos visto que se ha incumplido el mandato de la ley. Todavía queda mucho por definir en el plano jurídico, el TC es un arbitro más bien parcial pero hasta el último momento hay que defender tanto jurídicamente como políticamente el autogobierno vasco.

Está pendiente la renovación quinquenal del Cupo. ¿Cómo percibe al ministro Montoro este sentido?

Cuando vino a la jura de Urkullu ya le recordamos que teníamos que hablar. Hay que explorar, desde el Gobierno Vasco y desde el grupo parlamentario, abordarlo de forma optimista y buscar consensos. Yo confío en que el tema se solucione en unos meses.

"Es bueno que Erkoreka sea el responsable del desarrollo autonómico. Sabe cómo funcionan aquí las cosas"