Bilbao. "El pueblo quiere que decidamos colectivamente el futuro y que lo hagamos del bracito". Esta frase de Artur Mas resumía el por qué y el para qué del pacto suscrito entre CiU y ERC para dotar de estabilidad al nuevo Govern catalán. En un acto solemne que tuvo como escenario el Palau de la Generalitat, Mas y Oriol Junqueras rubricaron ayer el acuerdo de gobernabilidad, un pacto plasmado en un documento de nueve folios, cuyo eje central es la consulta sobre el futuro político de Catalunya como Estado propio dentro del marco europeo. Junto a esta consulta, fijada en un principio para el año 2014, convergentes y republicanos han suscrito medidas para hacer frente a la crisis económica, entre las que se encuentra el compromiso de desarrollar en la próxima legislatura la Hacienda catalana. Mientras Artur Mas destacaba el hecho de que Catalunya se enfrenta a partir de ahora a la "operación de más envergadura en los últimos tres siglos", y Oriol Junqueras apuntaba que se abre "una oportunidad extraordinaria" para que los catalanes decidan su futuro, desde el Gobierno español su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, amenazaba con utilizar todos los resortes legales para impedir una consulta que calificó de "ilegal", la líder del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, pedía que se responda con la ley "ante el desafío separatista", y el expresidente español José María Aznar iba más allá al abogar por una declaración conjunta de PSOE, PP y UPyD, avalada por el monarca español, para "hacer frente a Mas". Hasta el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, terció en el asunto acusando a CiU y ERC de "prioritar sus obsesiones políticas, aunque con ello hundan al país".

estructuras de Estado Si el pasado martes CiU y ERC adelantaron las líneas maestras de su acuerdo, donde destacaba sobremanera el hecho de fijar el año 2014 como fecha para celebrar la consulta sobre el futuro de Catalunya, en la jornada de ayer se dio a conocer de una manera más pormenorizada los términos sobre los que se sustenta el pacto de gobernabilidad, un acuerdo por el que ambas formaciones se comprometen a dotar a Catalunya de las estructuras propias de un Estado. Así, uno de los elementos clave de cara a la próxima legislatura será la puesta en marcha -el próximo año 2013- de la Administración Tributaria catalana y la Administración y Tesorería de la Seguridad Social. Este último organismo será el encargado de garantizar la percepción de las pensiones y las prestaciones de paro. Asimismo, en el documento se comprometen a impulsar la Ley de Policía de Catalunya, con la consiguiente readaptación de los Mossos d'Esquadra, redactar un plan para asumir la gestión, el transporte y la distribución de la energía, así como hacerse cargo de las principales infraestructuras logísticas del Estado como puertos, aeropuertos y ferrocarriles. Por lo que respecta a las acciones para reactivar la economía, el nuevo Govern implementará medidas como la creación de una ventana única para las empresas, una ley de emprendeduría y apoyo al autónomo, un nuevo marco catalán de relaciones laborales y apoyar la internacionalización y exportación de las empresas catalanas. Para que lo ayer presentado no quede en papel mojado, CiU y ERC crearán un comité permanente de seguimiento del acuerdo encabezado por Oriol Pujol y Oriol Junqueras. CiU y ERC se comprometen a votar de forma conjunta todas las decisiones relacionadas con el pacto de gobernabilidad y solo tendrán libertad de acción en aquellos aspectos no recogidos en el acuerdo. El movimiento telúrico originado por el pacto CiU-ERC llegó ayer al Congreso de los Diputados, donde Mariano Rajoy, y a pregunta del diputado de ERC Alfred Bosch, manifestó que los "separatismos" no generan mucho entusiasmo en la Unión Europea. "En Europa, de separación y de división créame que no se habla mucho ni tampoco es algo que genere mayor entusiasmo", manifestó el presidente del Gobierno español.