MADRID. Así se ha expresado García-Margallo en un desayuno informativo al ser preguntado si teme una eventual secesión de Cataluña tras el pacto de gobernabilidad alcanzado entre CiU y ERC, que incluye el compromiso de celebrar una consulta de autodeterminación en 2014.

El ministro ha dejado claro que una Cataluña independiente quedaría "automáticamente" fuera de la UE y tendría que ponerse a la cola si solicitara iniciar un proceso de adhesión, que de aceptarse estaría sometido al criterio de la unanimidad en cada una de las fases y capítulos de negociación de ese proceso. "El adeu a España sería el adeu a Europa", ha añadido.

Pero además, el jefe de la diplomacia española ha alertado de que la etapa de "incertidumbre" que se abre solo por el hecho de haber iniciado un debate sobre un derecho a decidir "ir a ningún parte (...) traerá pobreza a Cataluña en un momento en que hay que resolver la crisis".

Ha dicho entender la "tentación" de buscar un "enemigo externo" cuando "uno tiene que producir ajustes dolorosos para la población, pero ésa no es la política que hay que seguir", ha advertido.

Aunque se ha mostrado convencido de que este tema "se resolverá como se tiene que resolver", ha advertido de que las consecuencias económicas para Cataluña si se independizara serían "aterradoras". Su aislamiento de la UE supondría una caída de su Producto Interior Bruto del "20 por ciento", ha avanzado.

El ministro ha reconocido que el denominado "problema catalán" es desde la época de José Ortega y Gasset "probablemente el más serio que España está abordando como nación" y se ha mostrado convencido de que no se puede afrontar "intentando ignorar la realidad catalana" de esa comunidad.

"Decía Alfonso XIII (...) que cuando él pasaba por Cataluña en aquella época en que estaba prohibida la bandera catalana decía: 'detrás de cada ventana cerrada veo una bandera catalana", ha ilustrado para afirmar que él no ve "recorrido" a ese tipo de política. Pero tampoco tiene recorrido --ha precisado-- aquella política que intenta "ignorar la realidad hispánica" de Cataluña.

El ministro ha afirmado que los catalanes tienen hoy en día derecho a decidirlo "casi todo", salvo la secesión, y ha opinado que el debate sobre el derecho a separarse de España "no tiene sentido" en un momento en que el mundo multipolar camina hacia la constitución de grandes bloques regionales.