vitoria. Será el lunes cuando comiencen los contactos oficiales entre el nuevo lehendakari y los grupos de la oposición para cimentar la nueva legislatura, pero Iñigo Urkullu recibió ayer, a bote pronto, un primer pronunciamiento favorable a su demanda de búsqueda de apoyos.
Solo los socialistas guardaron silencio tras la designación parlamentaria del nuevo presidente del Gobierno Vasco. Se negaron a formar parte del trasiego en la sala de prensa y optaron por esperar a la rueda de prensa que hoy ofrecerán en el propio Parlamento para destapar sus cartas desde su nuevo rol opositor. Entre los demás grupos, y con las diferencias matizadas por sus respectivos portavoces, existe una sintonía a la hora de colaborar y "arrimar el hombro", tal y como demandó de una forma tan gráfica Urkullu el martes desde el atril de oradores.
EH Bildu aguarda a conocer el contenido de las propuestas del nuevo lehendakari para valorar el sentido de sus votos en el Legislativo, aunque Laura Mintegi recordó en su intervención tras la elección de Urkullu la "necesidad de apoyos" con la que nace un Ejecutivo que estará sustentado por poco más de una tercera parte del hemiciclo.
valentía La portavoz de la coalición soberanista pidió "valentía" a Urkullu a la hora de afrontar esta nueva etapa en la que la izquierda abertzale regresa al arco parlamentario y le instó a poner en práctica medidas tanto de carácter político como económico que siembren el nuevo camino a recorrer por la sociedad vasca. "Veremos qué se propone", apostilló Mintegi a la espera del encuentro del lunes.
Empleando la misma expresión que Urkullu, Antonio Basagoiti también aseguró que el PP está dispuesto a "arrimar el hombro" en los próximos meses para avanzar desde la crítica situación que padece la economía vasca. Eso sí, el presidente de los populares alejó sus votos de pactos de mayor calado, ya que su formación "no está para hacer gobierno con el PNV". En ese escenario sitúa al que durante la primera mitad de la legislatura recién concluida fue su socio preferente y responsable del Gobierno Vasco. Y es que Basagoiti entiende que los socialistas se "han vendido un poco" durante el Pleno de investidura con la supuesta intención de aliarse con los jeltzales.
La búsqueda de unos Presupuestos que el futuro Gobierno Vasco tratará de presentar en el primer trimestre del próximo ejercicio será la primera prueba de fuego para constatar si la oposición pasa de las palabras a los hechos en el apoyo al Ejecutivo. Ante este episodio, Basagoiti optó ayer por la cautela bajo el argumento de que el PNV todavía no ha presentado "ningún número" que deje entrever cuál es el panorama presupuestario, con los recortes previstos incluidos, de las Cuentas vascas.
Además de anticipar su disposición al apoyo, el líder de los conservadores también hizo hincapié en la función de "freno" que su grupo parlamentario ejercerá en caso de atisbar determinadas "derivas" en la acción de Gobierno, unas líneas que no citó expresamente, pero que sí formaron parte del discurso en la sala de prensa de Gorka Maneiro. El portavoz y único parlamentario de UPyD demandó a Urkullu que olvide "nuevos estatutos" y "planes soberanistas que nos podrían llevar a la ruina política, económica y social" y le conminó a centrarse en "rescatar" a los ciudadanos vascos de la crisis y avanzar en la "derrota definitiva de ETA". En esta misma línea, el único integrante del Grupo Mixto explicó que en el reto que se abre para el "débil" gobierno, el respaldo de UPyD -un solo voto, aunque clave en muchas de las cábalas que podrían originarse en las alianzas parlamentarias- estará supeditado a la ausencia de recortes sociales.