MADRID. No lo hará porque sigue defendiendo que el establecimiento de un Estado palestino viable debe llegar a través de una solución negociada con Israel. Favorecer el proceso de paz es precisamente uno de los motivos que están detrás del apoyo español a Palestina en la ONU, un movimiento que pretendía reforzar al presidente palestino, Mahmud Abbas, partidario del diálogo con Israel, frente a Hamás, que no reconoce el derecho de Israel a existir.

Abbas logró el jueves una victoria simbólica al conseguir que la Asamblea General elevara el rango de Palestina en la organización de entidad observadora a 'Estado observador no miembro', el mismo estatus que tiene el Vaticano.

España, junto a otros países europeos como Francia e Italia, respaldó la iniciativa de Abbas, que contó con nueve votos en contra, entre ellos los de EEUU e Israel, y 41 abstenciones, como las de Alemania y Reino Unido.

El Ejecutivo de Mariano Rajoy sopesó 'los pros y contras' de votar a favor durante cuatro meses. Aunque trabajó hasta el último momento para alcanzar un consenso con sus socios europeos, fue imposible y se decantó finalmente por el 'sí' en coherencia con el apoyo tradicional de España a la solución de los dos Estados.

Pretendía también reforzar a Abbas, que necesitaba una victoria política frente a Hamás, fortalecido tras la última operación israelí en Gaza, ya que Israel se ha comprometido en la tregua a suavizar el embargo sobre la Franja.

El voto favorable de España esta semana en la ONU supone mantener una línea de continuidad con el apoyo que nuestro país dio a la Autoridad Palestina para obtener en octubre de 2011, con el anterior Gobierno socialista, el ingreso como miembro de pleno derecho en la UNESCO.

También ha pesado en la decisión la buena relación que tradicionalmente nuestro país ha mantenido con los países árabes, cuyos respaldo aspira a asegurarse España para lograr un asiento en el Consejo de Seguridad para el bienio 2015-2016, plaza por la que compite con Turquía y Nueva Zelanda.

El recurso a la Asamblea General fue además la alternativa que la UE recomendó a Abbas cuando en verano de 2011 intentó conseguir para Palestina el reconocimiento como miembro de pleno derecho de la ONU, lo que requiere la autorización previa del Consejo de Seguridad de la ONU, con EEUU dispuesto a ejercer su poder de veto, recuerdan fuentes diplomáticas españolas.

A pesar de que España haya votado a favor de reconocer a Palestina el estatus de 'Estado observador no miembro', nuestro país, como el resto de las naciones europeas, EEUU y Canadá, entre otros, sigue sin reconocer de manera bilateral el Estado palestino, que sí reconocen en cambio 130 países (casi todos los africanos, sudamericanos, el mundo árabe, además de Rusia y China).

El voto favorable de España en la Asamblea General para elevar el actual estatus de los palestinos en la ONU no implica que nuestro país deba proceder a un reconocimiento bilateral del Estado palestino, que casi ningún país de la UE reconoce.