Pernando Barrena posa antes de la entrevista en un parque donostiarra. Fotos: ruben plaza
Pernando Barrena (Berriozar, 1965) repasa los resultados de EH Bildu el pasado 21-O, la conformación del nuevo Gobierno Vasco y lo que ocurre en Navarra e Iparralde. Una serie de cambios que también están a debate en la puesta en marcha de Sortu como partido legal.
J. Arretxe
Donostia. Transcurrido un tiempo de las elecciones del 21-O, ¿mantiene la valoración de horas después o hay matices nuevos?
La reflexión está por concluir, pero es bastante evidente para la militancia de la izquierda abertzale que veníamos de dos elecciones con circunstancias muy específicas. Bildu obtuvo grandes resultados que, por ser los primeros de un nuevo tiempo, tenían un valor político espectacular. Los resultados del 21-O dicen que vamos bien, que el cambio político vendrá con tiempo, pero nos dicen que las cosas no van a ir a la velocidad de este año, hay que tomarlas con perspectiva y hacerlas mejor.
¿Esa lectura también se puede hacer en Gipuzkoa?
En todos los casos donde EH Bildu hace gestión. El alcalde de Donostia ya dijo que gestionar en estas circunstancias económicas conlleva un desgaste. Además, no hay que olvidar que la gestión de EH Bildu en sus principales escaparates, Donostia y la Diputación, es objeto de un bloqueo de la oposición y de la participación en esa estrategia de importantes grupos mediáticos y económicos de la provincia. Donde no hay mayorías amplias cuesta sacar proyectos adelante y tendremos que afinar en encontrar nuevas complicidades. La política también trata de eso.
PNV y PSE ya perfilan el traspaso de poderes. ¿Le parece prematuro?
El traspaso efectivo será después de elegir el lehendakari, pero no me parece mal que se prepare, porque cuanto menos vaya del final de una legislatura al comienzo de la otra, mucho mejor para todos. Las cosas están abocadas a una dirección muy concreta. En la medida en que el PNV ha decidido que gobierna solo, el resto de la oposición, al menos nosotros, no tenemos intención de obstaculizar ese liderazgo que corresponde al resultado de las elecciones. Los momentos no están para poner piedras en el camino sino para buscar espacios de colaboración.
¿EH Bildu presentará a Laura Mintegi a la sesión de investidura al menos para confrontar programas?
Está por decidir. Todas las posibilidades están abiertas y cualquiera ofrece la posibilidad de confrontar. Aunque no se presentara la candidatura, hay turnos de réplica, etc.
La propia Mintegi y EH Bildu aseguraron en campaña que PNV y PSE tenían un acuerdo de gobierno cerrado y "con reparto de consejerías", cuando los jeltzales acaban de comunicar que gobiernan en solitario. ¿Qué ha pasado?
Cuando se dijo, no se dijo por decir, no era una boutade. Se nos llegó a decir de fuentes muy cercanas al PSE hace meses que "nos vamos de Ajuria Enea pero nos quedamos en Lakua". Era la previsión del PSE e incluso se barajaban nombres. Eso no va a ser así, ha tenido mucho que ver con los resultados y la matemática del 21-O, pero que eso antes de las elecciones era así y que se manifestaba de esa manera tan directa lo puedo asegurar porque lo he oído en primera persona.
¿Cuál va a ser la disposición de EH Bildu en esta época de crisis?
La disponibilidad es total, pero sabemos que va a haber dificultades porque las ha habido no al hablar de recetas de gran definición, sino de confrontar planteamientos con el PNV. Venimos de filosofías sociales y económicas bastante divergentes. Aun y todo, desde esa constatación, de la impresión de que quienes hablan sobre todo esto tienen gran responsabilidad en las políticas que nos han traído a esta situación y de que no ha sido posible ponernos de acuerdo con el PNV para un esquema de gobierno, nuestra responsabilidad es alícuota al resto de partidos.
Dentro de esa responsabilidad, el principal problema económico es el paro. ¿Cuáles son las medidas concretas de EH Bildu?
Es un problema enorme y a la hora de abordar políticas de empleo habrá que tener muy en cuenta los sectores que más sufren como la población mayor de 45 años o la población juvenil. Requieren de actuaciones interdepartamentales y medidas muy concretas en cuanto al tratamiento fiscal de las empresas o incentivos para la contratación de esas bolsas de gente. La inversión de I+D+i tiene mucho que ver con el empleo y especialmente con el empleo de personas cualificadas y jóvenes. Es fundamental, además de para el empleo, para una economía competitiva y tecnológicamente puntera, como lo somos en algunos sectores.
A la par de todo esto, empieza a constituirse Sortu. ¿Qué supone?
Lo que tradicionalmente hemos conocido como izquierda abertzale tendrá una expresión legal al 100% en lo que se refiere a su funcionamiento interno y a su adecuación ideológica y oferta política tras diez años de ilegalización. Son los dos grandes objetivos del proceso constituyente tras diez años en los que ha llovido mucho, no solo aquí sino a nivel mundial. Diez años en las condiciones en las que se ha hecho política pasan factura y ha acarreado ciertos déficits internos al tomar decisiones y aspectos que ahora hay que corregir y situar.
Inmersos en el aspecto ideológico del debate constituyente, se habla de euskera, feminismo... y del "socialismo vasco del siglo XXI". ¿Qué es?
La izquierda abertzale tiene una cultura política y en una gran mayoría viene de filas socialistas. Del siglo XXI quiere sugerir que ha de ser muy a pie de calle y con los pies en el suelo, tanto en el tiempo político -el siglo XXI- como el lugar donde se hace esa oferta, en el marco de la UE y con peculiaridades socioeconómicas muy concretas. Ha de ser viable para demostrar que, por un lado, desde la izquierda hay alternativas reales frente al fatalismo de la derecha y, por otro, porque sobre todo los de la izquierda abertzale, dentro de EH Bildu mediante la que somos fuerza de gestión en algunas instituciones, tenemos que dar un salto que estamos haciendo, pasar de la cultura de la oposición a ciertos proyectos y actitudes a, desde la gestión, decir no pero pasar al aspecto propositivo.
El modelo escandinavo, la Tercera Vía laborista, el bolivarismo latinoamericano... ¿De qué etiqueta 'socialista' se ven más cerca?
La etiqueta de socialismo da para mucho y hay una aplicación muy diversa. Es algo que queremos buscar, crear una etiqueta de socialismo vasco que tenga muy en cuenta los procesos de liberación social de América Latina siendo muy conscientes de dónde estamos, la Europa occidental siglo XXI y cuáles son las posibilidades reales. El otro día me decía un amigo que en Europa el socialismo ha solido tachar de chiste posiciones socialdemócratas, pero con la ofensiva neoliberal de hoy, proclamarse socialdemócrata es casi revolucionario.
Una de las novedades que trae Sortu es las tres figuras de militante. ¿Cómo se estructura?
Según la ponencia, que está a debate, proponemos que haya tres figuras. Desde personas que no quieren más compromiso que acudir de vez en cuando a una asamblea de pueblo o barrio, escuchar y aportar lo que tengan que aportar a hasta los que en el día a día moverán Sortu políticamente.
Otra novedad son las direcciones en las que una parte es propuesta y otra elegida por voto directo. ¿Por qué?
La opción más abierta era que todos los cargos fueran por votación directa y que se pudiera presentar cualquiera de esa base social. Pensábamos que la formación de equipos en esta fase constituyente tiene mucha dificultad si se aplica la metodología de presentación libre, porque las personas pueden ser muy próximas en ideología pero muy divergentes en cuanto al trabajo.
¿Veremos en la dirección nacional a los primeros impulsores públicos de Sortu como Maider Etxeberria o Iñaki Zabaleta o serán perfiles más como el suyo, Maribi Ugarteburu...?
Creo que previsiblemente de todo. Como el resto de la base social, dependerá de ellos postularse. Me atrevo a pensar que habrá un poco de todo. Vamos a ver caras referenciales de la izquierda abertzale y también caras nuevas que han estado en el trabajo promotor de Sortu o han hecho labores de otra índole.
Contemplan en la ponencia "estaciones intermedias" hacia la independencia, como un estatuto de Hegoalde. ¿Por qué?
Aspiramos a un Estado independiente en Europa, pero hay que partir de una realidad administrativo-política a la hora de tomar la iniciativa. ¿Cuál es el truco? Que esa iniciativa no tiene que servir para alimentar esos marcos jurídicos sino para avanzar hacia la independencia. Ahí, por ejemplo, recogemos un marco estable institucional entre la CAV y Navarra.
Hablando de la Comunidad Foral, ¿que haya o no adelanto electoral dependerá del papel del PSN en la negociación de las Cuentas de 2013?
Lo que va a depender es cuál será la fecha, pero el adelanto es inevitable. Depende de la presión que haga el PSN y si va a sostener su enmienda a la totalidad para que en pocas semanas hablemos de esa posibilidad o de que el PSN prefiere dilatar ese posicionamiento buscando un escenario que crea mejor. El PSN, incluso tras ver la CAV, las posibilidades que tiene para jugar son mala, muy mala y extremadamente mala.
¿Por qué?
Juegan a ello muy conscientes de que su protagonismo va a terminar con esta legislatura. Cuando todos los que hemos fustigado la gestión de UPN buscábamos esquemas alternativos siempre se hablaba de algo liderado por el PSN más abertzales, IU, etc., pero ahora organizar algún tipo de alternativa va a pasar por un esquema liderado por abertzales. Esto les hace tentarse una y otra vez las ropas hasta decidir si provocar el adelanto.
Donde la situación sí parece endiablada es en Iparralde. La colectividad territorial, Manuel Valls, Aurore Martin, François Hollande...
Endiablada sí, pero para el propio Estado francés. En Ipar Euskal Herria se ha adelantado más en el último año que en los últimos diez. Paradójico, pero el esquema de Aiete ha tenido más desarrollo que aquí. El resultado lo vemos este último mes, con una interlocución unitaria ante París sobre la colectividad territorial y que no deja que París pueda decir que no de la manera tan ligera que lo hacía antes. Esto se ha galvanizado con la detención de Aurore Martin, que es quien paga esta situación en Soto del Real y a la que acusan de hacer cosas en territorio francés y en nombre de una organización, Batasuna, legal en Francia. Kafkiano. La respuesta y lo que ha ocurrido estos días pone la gestión activa de esta situación en términos de proceso muy por delante de los territorios del sur. Histórico.
Pernando Barrena
Miembro de la izquierda abertzale e impulsor de Sortu
"Tenemos que pasar de la cultura de la oposición a decir 'no' pero con propuestas"
"Se nos llegó a decir de fuentes muy cercanas al PSE que 'nos vamos de Ajuria Enea pero nos quedamos en Lakua"
"ETA, después de una decisión como la de octubre de 2011, está abocada a un único final: desaparecer"
Pernando Barrena, con el pin de número de preso de Arnaldo Otegi en la solapa, durante la entrevista.