MADRID. Según ha informado el 'Foreign Office', el subsecretario de Estado permanente de Asuntos Exteriores, Simon Fraser, ha convocado al representante diplomático español en Londres para subrayar la "preocupación" del Gobierno británico por unas supuestas "recientes incursiones".
En concreto, en un comunicado, el ministro británico para Asuntos Europeos, David Lidington, ha denunciado "dos más serias incursiones" que habrían ocurrido el pasado martes y que "obligaron a la Policía Real de Gibraltar a intervenir".
En primer lugar, denuncia que un "gran buque de la Armada española" llevó a cabo una "destacada patrulla a través de aguas territoriales británicas en Gibraltar" que se prolongó "durante varias horas". Ese mismo día, otro buque de vigilancia aduanera trató de "detener un barco civil gibraltareño" en dichas aguas, "obligando a la Policía Real de Gibraltar a intervenir para salvaguardar la seguridad de sus cuatro ocupantes".
INSISTE EN LA "SOBERANÍA" BRITÁNICA SOBRE ESTAS AGUAS
"Condeno estas incursiones provocativas e insto al Gobierno español a que garantice que no se repiten", señala Lidington, antes de insistir en la "soberanía de Reino Unido sobre las aguas territoriales británicas en Gibraltar".
El ministro británico apunta que es del "interés" tanto de España como de Gibraltar y Reino Unido "impedir cualquier incidente que pueda dañar las perspectivas de desarrollo de unas relaciones armoniosas y de colaboración entre Gibraltar y España".
"También es de interés para todas las partes impedir incidentes que puedan poner en riesgo la seguridad de quienes operan en aguas territoriales británicas en Gibraltar", insiste en el comunicado, en el que el ministro asegura que su Gobierno está "plenamente comprometido en proteger los intereses del pueblo de Gibraltar y su deseo de permanecer bajo soberanía británica".
Estas protestas se suman a la expresada la semana pasada por el Gobierno de Gibraltar, que se quejó de una supuesta entrada de la Armada española dentro de las tres millas náuticas que rodean el Peñón y que reclama como propias, pero que España no le reconoce.