Madrid. Erre que erre, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, insistió ayer en que la alcaldesa de esa ciudad, Ana Botella, "probablemente no conocía con detalle" los pormenores de la transformación que está llevando su ejecutivo del Hospital de La Princesa -que quiere cerrarlo como centro de agudos- y que por eso la mandataria estampó su firma en el documento de los trabajadores del hospital.

"Creo que la alcaldesa lleva unos días centrada, como es lógico, en un acontecimiento muy tremendo", lo sucedido en el Madrid Arena, manifestó el presidente autonómico a los periodistas, y por eso dijo comprender que todo su esfuerzo y preocupaciones giren entorno a ese tema "dramático", y que "le puedan faltar datos precisos" sobre lo que se está haciendo en La Princesa.

"Fuera de eso, no hay ningún conflicto, ninguna diferencia, ningún enfrentamiento", aseveró el presidente.

Con estas palabras quiso zanjar el cruce de acusaciones abierto en los últimos días entre la Comunidad de Madrid y el ayuntamiento de la capital, ambos gobernados por el PP, pero cuyos máximos dirigentes se han dedicado en los últimos días a cruzarse reproches por la gestión que ha hecho el consistorio de la tragedia del Madrid Arena, por un lado, y por el plan de la comunidad de convertir un hospital en un centro de mayores de 75 años de edad, contra el que, expresamente se ha posicionado Ana Botella al firmar una protesta de sus propios trabajadores.

La tensión ha llegado a tal límite que el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, se vio obligado ayer a instar a González y Botella a "centrarse" en gobernar, tras las críticas cruzadas entre ambos de los últimos días.

La sombra de Aguirre Lo cierto es que estas desavenencias recuerdan los enfrentamientos que durante años protagonizaron sus antecesores y mentores, Alberto Ruiz-Gallardón, exalcalde y actual ministro de Justicia, y Esperanza Aguirre, que dimitió como presidenta de la comunidad pero sigue controlando con puño de hierro el PP madrileño. Algo más de un mes después de que González sustituyera a Aguirre y Botella tomara el bastón de mando del consistorio tras la marcha de Gallardón, la muerte de cuatro jóvenes en un pabellón municipal ha enturbiado las relaciones pacíficas que hasta entonces habían mantenido ambos.

El vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva -número dos de Aguirre en las autonómicas de 2003 pero enseguida apartado y acogido en el Ayuntamiento por Gallardón-, fue situado desde el principio en el punto de mira de la polémica sobre la responsabilidad de lo sucedido y tuvo que ser defendido en solitario por la alcaldesa. "Caiga quien caiga", exigía al día siguiente Esperanza Aguirre, mientras pedía esclarecer lo ocurrido hasta las últimas consecuencias y repetía la expresión cuando se le preguntaba si se refería al número dos del Ayuntamiento.

Esa misma semana, el Gobierno madrileño incluyó en el proyecto de presupuestos para el próximo ejercicio 2013 la transformación del Hospital de La Princesa, lo que dio lugar a una movilización de los trabajadores, que comenzaron a recoger firmas en contra de la medida.

Cabe destacar que una de las firmas la estampó la propia Ana Botella el pasado domingo, cuando acudió allí a visitar a un conocido. Esta actitud ha suscitado interpretaciones diversas y, así, mientras el presidente regional afirmaba que la alcaldesa "no se había enterado de lo que estaba pasando" en el Hospital La Princesa, desde el Ayuntamiento se decía que "Ana Botella sabía perfectamente" lo que hacía y en algunos medios se vio como una contestación al escaso apoyo que había recibido del ejecutivo autonómico en el caso Madrid Arena.

Ocupar un puesto en la lista Ayer mismo, el propio presidente madrileño rechazó que Esperanza Aguirre tenga pretensiones de ser alcaldesa, uno de los posibles orígenes de la situación, según relataron ayer algunos medios. Esta supuesta aspiración de Esperanza Aguirre data de los tiempos en que el actual ministro de Justicia estaba al frente de la alcaldía, en los años en los que el enfrentamiento entre ambos llegó a ser evidente. Episodios como la disputa por ocupar un puesto en la lista de Mariano Rajoy en el ejercicio 2008, por controlar Caja Madrid y por presidir el Partido Popular regional, estos dos últimos con el entonces vicealcalde, Manuel Cobo, como ariete de Gallardón, han venido al recuerdo tras lo ocurrido en el pabellón de deportes Madrid Arena con la muerte de cuatro jóvenes y en el Hospital La Princesa con sus sucesores.