Jerusalén. Tanques israelíes dispararon ayer contra territorio sirio y alcanzaron dos baterías móviles de Ejército de Siria después de que un proyectil de mortero procedente de ese país cayese cerca de un cuartel militar de Israel en los Altos del Golán, ocupados desde 1967, informaron fuentes militares.

El proyectil sirio no causó daños materiales ni heridos, indicaron las mismas fuentes, que señalaron que, en respuesta al fuego, los citados carros de combate israelíes dispararon en dirección hacía el lugar de procedencia del mismo, alcanzando su objetivo. Se trata de la segunda vez que Israel disparaba contra territorio sirio en las últimas horas, después de que el domingo su artillería lanzara dos salvas de aviso en respuesta a otro obús que cayó en el Golán procedente de Siria.

Este incidente, "relacionado con el conflicto interno en Siria", ocurrió en una posición israelí cercana a la frontera que divide ambos países desde 1967, según el parte militar, que subraya que "los soldados hicieron disparos de advertencia hacia zonas sirias". Además, es el sexto incidente bélico en una semana en el que Israel se ve involucrado a causa de la guerra civil que desangra Siria desde que en marzo de 2011 miles de personas se levantaran para exigir reformas al régimen que dirige Bachar al-Asad.

Fuentes militares judías revelaron el domingo que el Ejército israelí ha presentado una queja ante las fuerzas de la ONU que operan en la zona, a las que comunicó que Israel no tolerará fuego procedente de Siria en su territorio y que éste "será respondido con severidad".

ban, "muy preocupado" El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se mostró "profundamente preocupado" por el peligro de que los incidentes de ayer entre Israel y Siria supongan una escalada de violencia entre ambos países. "El secretario general está profundamente preocupado por el potencial de escalada", afirmó en un comunicado el portavoz de Ban, quien pidió a los dos países que tengan "máxima moderación" y dejen de dispararse a través de la línea de alto el fuego.

Esta reacción se produjo después de que el Ejército israelí realizó varios disparos de advertencia en dirección a Siria una vez que un proyectil de mortero procedente de ese país alcanzase una posición militar en los Altos del Golán, ocupados por Israel desde la guerra de los Seis Días, de 1967. El incidente ocurrió en una zona supervisada por una fuerza de observación de Naciones Unidas (UNDOF) que verifica la separación de las tropas de ambos países.

Por su parte, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, se reunió con Ahmed Muaz el Jatib, el presidente de la nueva alianza opositora siria, fundada este fin de semana y denominada Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria. Fuentes de la Liga informaron de que Al Arabi mantuvo ese encuentro antes de que los ministros de Asuntos Exteriores de los países árabes se pronunciaran ayer sobre el reconocimiento de esa coalición de opositores.

Anteanoche, el ministro israelí de Defensa, Ehud Barack, aseguró que Israel "no tolerará ningún ataque contra su territorio" y que ha ordenado al Ejército que "responda ante cualquier situación. Barak afirmó que Israel vive en un vecindario "duro, violento, complicado y a menudo sangriento" pero aseguró que el Ejército tiene la fuerza para enfrentarse a las futuras batallas.

Estados Unidos felicitó ayer a los opositores sirios al gobierno de Al Asad, que se unieron oficialmente en la denominada Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria. El Gobierno español expresó su apoyo a la oposición reunida en Doha, mientras Rusia calificó de inadmisible el ultimátum de la oposición radical siria que dio un plazo de 72 horas para que todas las embajadas, otras misiones, empresas y ciudadanos extranjeros abandonen el país.