bilbao. El Día de la Memoria, instaurado en 2010 por el Gobierno de Patxi López, se ha vuelto a convertir este año en foco de divergencias entre los partidos políticos. La convocatoria por parte de la presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga, de una ofrenda foral que tendrá lugar en la entrada del Legislativo Vasco suscitó el martes una primera reacción crítica de PSE, Aralar y EA, que acusaron a la dirigente popular de actuar de manera unilateral sin contar con el resto de partidos.

El portavoz de los socialistas vascos, José Antonio Pastor, insistió ayer en esta lectura y se mostró especialmente duro con la presidenta del Parlamento, a la que acusó de tener una actuación "poco digna" al no consultarlo con el resto de formaciones. "Nos parece mal cómo se ha gestionado. Cabría esperar que la presidenta consultara al menos con los miembros de la Mesa del Parlamento, y no lo hizo, por lo menos con los representantes del PSE", aseguró.

Pastor, sin embargo, anunció que los socialistas si acudirán a la ofrenda foral, "porque por encima de todo" está el "respeto que se merecen todas las víctimas".