Míriam Vázquez
Bilbao. El PNV es consciente de las dificultades que entraña forjar un gobierno de coalición. Tras las críticas vertidas por el resto de los partidos, fuentes jeltzales concluyen que gobernar en solitario "es una posibilidad real", pero la formación no quiere descartar ninguna opción mientras no reciba las respuestas a su documento sobre crisis, paz y autogobierno. Fuentes jeltzales sitúan el tope de las conversaciones para despejar la fórmula de gobierno en la fecha de conformación de la Mesa del Parlamento, dentro de dos semanas.
Mientras tanto, en Sabin Etxea han comenzado a hacer el ejercicio de abstracción que supone imaginarse en un Ejecutivo en solitario, lo que abocaría al partido a pelear sus iniciativas en cada votación en un Parlamento muy fragmentado y sin mayorías claras. Es en ese punto donde afloran el pacto de país por la crisis, la paz y el autogobierno que, según ha podido saber DNA, también podría ser trabajado tras la investidura de Iñigo Urkullu; y el pacto interinstitucional, más urgente, y que serviría para que los partidos se comprometieran a no obstaculizar la aprobación de las cuentas en las instituciones gestionadas por sus firmantes. Es el apartado con el que mayor connivencia han mostrado las restantes fuerzas.
Desde Sabin Etxea creen prioritario forjar ya un acuerdo contra la crisis y garantizar la aprobación de las cuentas, no solo por la "emergencia nacional" de la que habló Urkullu en campaña, sino porque la inminente tramitación de los presupuestos forales en los tres territorios exigiría definir a la mayor brevedad una postura al respecto, porque otras formaciones habrían mostrado ya su disposición a suscribir esa alianza, y porque asumir las riendas del Ejecutivo en solitario y a pecho descubierto sin haber amarrado un pacto sobre las cuentas expondría al PNV al bloqueo de su plan y al consiguiente freno a su actividad de gobierno. Un acuerdo en esa dirección garantizaría un suelo mínimo al partido.
Fuentes jeltzales recuerdan que el día 21 los partidos deberán presentar sus anteproyectos en las Juntas Generales y, según esos mismos medios, la Diputación de Álava, gestionada por el popular Javier de Andrés, estaría muy interesada en forjar cuanto antes un acuerdo en esa dirección. Si el PNV permitiera la aprobación de sus presupuestos -juntos suman mayoría absoluta en el territorio-, el PP también se comprometería a no obstaculizar las cuentas del Gobierno Vasco, aunque en ese caso ambas formaciones se queden a un escaño de la mayoría suficiente y sea necesario la confluencia de EH Bildu o del PSE, que tampoco ha visto con malos ojos la propuesta de estabilidad de los jeltzales. La duda estriba en conocer qué postura adoptará Laura Mintegi, quien ayer rechazaba el planteamiento a pesar de que su partido gestione la Diputación de Gipuzkoa en minoría. Desde el PNV, sin embargo, no creen que algún partido vaya a rechazar ese pacto, y apuestan por cerrar un acuerdo que contemple, al menos, las cuentas del próximo año..