Bruselas. La vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, ha remitido una carta al secretario de Estado para la UE, Íñigo Méndez de Vigo, en la que aclara que comparte el análisis del Gobierno de Mariano Rajoy de que una Cataluña independiente de España implicaría su salida de la Unión Europea. La misiva ha sido enviada, según confirmaron fuentes del Ejecutivo, después de que el secretario de Estado remitiera otra carta a Reding en la que le advertía de que unas declaraciones suyas sobre este asunto podían llevar a confusión.

La iniciativa de Méndez de Vigo pretendía que Reding aclarara sus palabras en una entrevista al Diario de Sevilla en las que aseguraba que no pensaba "ni por un segundo" que Cataluña quisiera dejar la UE y añadía que la legislación internacional "no dice nada" sobre la posible exclusión de esta comunidad de la Unión Europea en el caso de que se independizara de España. Poco después, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró ante el pleno del Congreso que la vicepresidenta de la Comisión había pedido disculpas al Gobierno por sus palabras al reconocer que fueron "extraordinariamente desafortunadas".

Explicación En la carta enviada ahora por Reding, ésta asegura coincidir plenamente con el análisis que hacía en la suya Méndez de Vigo sobre el marco constitucional europeo y que concluía que si Cataluña fuera independiente, saldría inmediatamente de la Unión Europea.

En concreto, Méndez de Vigo señalaba que el Gobierno español considera que la organización territorial de los socios comunitarios es competencia exclusiva de éstos, según el artículo 4.2 del Tratado de la UE. En consecuencia, advertía de que no se puede reconocer una secesión unilateral en ningún estado miembro.

Méndez de Vigo, en declaraciones a Onda Cero, señalaba ayer la claridad de la respuesta de Reding y aclaraba que él le pidió explicaciones el pasado 4 de octubre y "la respuesta fue inmediata aunque no han trascendido hasta ahora los detalles de la misma".

Ha explicado que se introdujo en el Tratado de la UE esa referencia explícita a la competencia exclusiva de los Estados sobre su organización territorial después de las dudas surgidas ante aspiraciones como las de Escocia o las que planteaba el "plan Ibarretxe".