barcelona. El conseller de Interior, Felip Puig, aseguró ayer que la delegación del Gobierno en Catalunya actuó de forma partidista al evaluar en 65.000 personas las que asistieron el viernes, 12 de octubre, en Barcelona, a la manifestación en favor de la unidad de España.

Puig, en declaraciones a Catalunya Radio, consideró que es normal que los organizadores de protestas den cifren elevadas, en concreto 100.000 con respecto a la manifestación del viernes en la capital catalana. Puig puntualizó que lo que no es normal es que el Gobierno dé esas cifras y expresó su confianza en los datos de la Guardia Urbana de Barcelona que estimó que a la concentración asistieron unas seis mil personas. A su vez dijo que esta situación se da "en los últimos tiempos", y consideró evidente que no había 65.000 personas en la concentración en plaza Catalunya.

Puig recordó que la Delegación del Gobierno ya no tiene competencias en seguridad ciudadana y orden público, y celebró que, aunque sí hubo "mucha gente", no se produjeron incidentes violentos.

Preguntado por la presencia de 500 policías, la justificó porque había amenazas, y se mostró "satisfecho" por como se desarrollaron los acontecimientos.

la guardia, sin credibilidad La Plataforma d'Espanya i Catalans, que fue la que convocó la manifestación del viernes en Barcelona por la unidad de España, expresó ayer su protesta por el intento del conseller de Interior, Felip Puig, de "minimizar" el número de asistentes a la concentración.

En un comunicado, la Plataforma mostró su malestar por las declaraciones de Puig acusando a la Delegación del Gobierno de actuar de forma partidista a la hora de cifrar el número de asistentes a la manifestación.

En opinión de los organizadores, los métodos de recuento aplicados por la Urbana "reducirían a un máximo de 100.000 la mayor de las concentraciones hasta ahora efectuada en nuestra ciudad", por lo que no les da credibilidad. Para la Plataforma, las declaraciones de Puig demuestran el "nerviosismo" que provocó en la Generalitat la concentración del viernes y "su temor a que la mayoría silenciosa alce su voz y muestre al mundo la realidad de una sociedad que comparte sin problemas su españolidad y su catalanidad".

Los organizadores de la concentración de la plaza Catalunya se mostraron también "extraordinariamente sorprendidos" por el hecho de que Felip Puig conozca datos exactos sobre el origen de los manifestantes, dado que afirmó que entre un 8% y un 12% de los asistentes llegaron de fuera de Catalunya.