Los cuatro grandes partidos que concurren a las elecciones vascas figuran claramente divididos entre quienes apuestan en sus programas por la soberanía del País Vasco (PNV y EH Bildu) y los que abogan por mantener el estatus político actual (PSE-EE y PP).

Es el PNV el partido que dedica más espacio en su programa a la cuestión del autogobierno, que desarrolla en un extenso capítulo en el que aboga por construir la nación vasca en Europa a través de un acuerdo "amplio".

"Euskadi debe ser nación en Europa. Junto a algunas que ya están, como Estonia y Croacia. Junto a otras que piden paso, como Escocia, Flandes o Cataluña", reza el programa jeltzale, que apuesta para lograrlo por avanzar en la "institucionalización del derecho a decidir".

"Es necesario lograr un nuevo acuerdo que suponga el reconocimiento político y jurídico de la nación vasca, afirmando el derecho y la capacidad del pueblo vasco a decidir libre y democráticamente su propio futuro", añade.

El PNV concreta los pasos al anunciar que impulsará una ponencia parlamentaria sobre el futuro del autogobierno, que elaborará un "texto articulado" que deberá ser aprobado por el Parlamento vasco y sometido al refrendo popular en el año 2015.

El partido de Iñigo Urkullu vincula en su programa la reivindicación soberanista con la salida de la crisis, al asegurar que el autogobierno "ha ayudado a mitigar las consecuencias de la crisis": "Hemos demostrado que nuestro modelo funciona, pero necesitamos profundizar en un modelo socioeconómico propio".

La otra gran opción nacionalista, la coalición EH Bildu, no incluye ningún capítulo específico relacionado con el autogobierno, aunque la aspiración soberanista impregna todas las propuestas sectoriales descritas en el texto.

Así, aunque no se cita la independencia, EH Bildu habla en diferentes puntos del programa de "marco propio" o "soberanía" en ámbitos como las relaciones laborales, la educación, la salud, la seguridad social, las relaciones exteriores o el deporte.

Una de las escasas referencias explícitas a la cuestión del autogobierno se encuentra en el apartado relativo a la gestión de las instituciones públicas, cuando la coalición proclama que "Euskal Herria es un pueblo sin Estado que se encuentra dividido entre dos Estados" y que no tiene "instituciones propias".

"Hemos de dar un salto cualitativo importante si realmente queremos actuar como pueblo y Estado dentro del actual marco jurídico que se encuentra totalmente agotado, siempre tomando en consideración las diferentes velocidades de todas las realidades y ámbitos de decisión que conviven en Euskal Herria", reza el programa.

Tampoco el PP ha incluido un apartado concreto sobre la cuestión nacional y el autogobierno, aunque su opción la deja clara la carta del candidato, Antonio Basagoiti, que sirve de preámbulo del programa.

El presidente popular vasco sostiene que su partido "tiene y defiende un concepto vasco de España", por lo que "España es nuestra mejor opción".

"Nuestra oferta es mucho mejor que la independencia. Es construir el futuro del País Vasco liderando España. Y el camino para mejorar nuestro futuro es el marco político actual", defiende Basagoiti.

Por último, el PSE-EE se proclama defensor del "autogobierno y la descentralización como mejor medida para que la política y la administración sean cercanas a la ciudadanía", al tiempo que se define como el único partido que apuesta por "el autogobierno estatutario y su mejora dentro de España y Europa".

El programa socialista rechaza las reivindicaciones independentistas al entender que "separan y dividen" a los vascos, porque "rompen el pacto entre diferentes", al tiempo que reprocha a los nacionalistas que aprovechen un momento de "fragilidad" de España para intensificar sus demandas.

"¿Cabría preguntarse a qué espacios de soberanía se refieren en la actual Europa del siglo XXI en la que la soberanía se cede por los Estados para compartirla y luchar mejor contra la crisis?", se preguntan los socialistas.

El PSE-EE considera que la independencia resultaría perjudicial para la economía vasca y, "de la mano de quienes están demostrando tener una idea excluyente de la condición de ciudadanía vasca, no podría ser precisamente un paraíso de libertad y democracia".