washington. El desempleo fue del 7,8% en septiembre en Estados Unidos, anunció ayer el gobierno, una cifra que mejora la de agosto y que es una buena noticia para la campaña de reelección de Barack Obama. El presidente afirmó que el descenso de la tasa de desempleo conocido ayer es una señal de que el país "se mueve hacia adelante", como el lema de su campaña, y en un acto electoral afirmó que el país no puede volver ahora a las políticas del pasado.

"La noticia de hoy no debe servir de excusa para ser condescendientes y tratar de ganar unos cuantos puntos políticos", dijo Obama en un acto en la universidad George Mason de Fairfax, Virginia, después de conocer la cifra. "Pero es un recuerdo de que este país ha ido demasiado lejos como para dar marcha atrás", agregó de inmediato, celebrando que la cifra revelada ayer por el Departamento de Trabajo es la más baja desde que llegó a la Casa Blanca hace casi cuatro años, como se encargó de recordar el propio mandatario en el acto celebrado en uno de los Estados que serán clave en las elecciones de dentro de poco más de un mes. En agosto, la tasa de desocupación había llegado hasta el 8,1%.

La cifra de septiembre representa la creación de 114.000 empleos nuevos, frente a los 96.000 que se crearon el mes anterior, según la Oficina Federal de Estadísticas. Muy pocos presidentes estadounidenses consiguieron la reelección con una tasa de desempleo superior al siete por ciento. En el congreso del Partido Demócrata de cara a las elecciones del 6 de noviembre, Obama prometió redoblar los esfuerzos para crear puestos de trabajo.

El candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney, acusa a Obama de ser responsable de la lenta recuperación económica y por el hecho de que 12,1 millones de personas siguen sin tener empleo. Romney prometió crear 12 millones de empleos en cuatro años.