madrid. Durante su declaración, siete de los ocho arrestados por convocar la protesta aseguraron al magistrado que "en modo alguno pretendían invadir, penetrar, acceder o alterar el normal funcionamiento del Congreso, insistiéndose en el carácter pacífico de las concentraciones, movilizaciones o manifestaciones convocadas". Algo que confirman, afirma Pedraz, las declaraciones de un parlamentario recogidas en el acta de sesiones en las que afirmaba que "el Congreso ha podido mantener su actividad hasta el momento con absoluta normalidad".
Tras comparecer ante el juez, uno de los acusados manifestó que "no cabía otra" opción que el archivo porque la causa "no se sostenía jurídicamente" y exigió al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y a Cifuentes, que si tienen "algo de dignidad, lo mínimo que deberían hacer es pedir perdón por sus acusaciones infundadas".
Otro arrestado, Antonio López, optó por no declarar ante el magistrado alegando objeción de conciencia, aunque para Pedraz su incomparecencia ha resultado "indiferente", porque se habría opuesto a responder a sus preguntas. López fue uno de los que han secundado la querella interpuesta por algunos miembros de la plataforma 25-S contra Cifuentes por un delito contra las instituciones del Estado.
Varias decenas de ciudadanos, que han acompañado hasta la Audiencia a los ocho acusados con pancartas en las que se podían leer lemas como "Los de dentro del Congreso sí atentan contra el Estado" o "Dejar impunes a banqueros y corruptos es atentar contra el Estado", les han recibido también a su salida con aplausos y gritos de "Sí, se puede".