barcelona. El president de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, afirmó ayer que sólo convocará una consulta de autodeterminación cuando exista una mayoría soberanista "indestructible" que garantice una victoria holgada en las urnas. En una intervención ante el consejo nacional de CDC, Mas volvió a reforzar su mensaje independentista al afirmar que "si Catalunya lo quiere, lo tendrá. Depende básicamente de que lo queramos y de cómo hagamos las cosas".

Sin embargo, Mas también llamó a manejar los tempos del proceso soberanista, tratando de diluir las ansias de aquellos que piensan que un referéndum de autodeterminación podría convocarse con celeridad en un baño de realidad. Resulta necesario "acelerar el ritmo de la transición nacional" catalana, advirtió, si bien aún resta queda sumar el mayor número posible de partidarios de la independencia. "No vale perder por un 49%, ni tan solo ganar por un 51%. Hay que ser rotundo. Esto lo tiene que querer un grueso significativo de la sociedad catalana", afirmó.

"Si esto se retrasa un año, no pasa absolutamente nada, porque el objetivo es suficientemente importante como para ahora preocuparnos por un año más o menos. Cuanto más rápido, mejor. Pero la condición básica es que haya una mayoría social muy grande", sentenció. Y es que, a la vista de la masiva manifestación independentista de la Diada del 11 de septiembre, Mas se reafirmó en que la "única salida de Catalunya es la soberanía". Y lo es por un doble motivo: la supervivencia de la identidad catalana y el mantenimiento del bienestar alcanzado antes de la crisis.

Pero esta "obra colectiva" sólo podrá cristalizar si cuenta con unas "grandes mayorías con voluntad y capacidad de resistencia ante un proceso tremendamente complicado", asumió. El día después de las elecciones del 25N, según Mas, habrá que llamar a la puerta de cada uno de los catalanes, especialmente de aquellos que siguen albergando "algunos miedos o interrogantes" sobre la conveniencia de un Estado catalán. Pero en el momento en que esta mayoría sea "indiscutible", el proceso ya será "imparable".

El camino hacia la soberanía, según alertó Mas, estará plagado de "provocaciones, amenazas, insultos, difamaciones y pieles de plátano", pero la respuesta debe ser "pacífica y democrática". La reflexión del president catalán supone, según los analistas políticos, un acercamiento al líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, que pese a no declararse independentista ha subrayado que el único límite que pone a la soberanía es que no se rompa la "cohesión social".