Barcelona. El president de la Generalitat, Artur Mas, afirmó ayer que su intención no es hacer una consulta sobre el futuro de Catalunya fuera del marco legal, pero advirtió al Gobierno español de que no se puede impedir que el pueblo catalán se pronuncie y le pidió, por ello, que no amenace. Un día después de que el Parlament aprobara, con el apoyo de más del 60 % de los diputados, una resolución que plantea celebrar una consulta de autodeterminación en la próxima legislatura, Mas respondió así a la advertencia de la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, de que el Ejecutivo impedirá la consulta.
Tras inaugurar el XIX Fórum Barcelona de Seguridad Viaria, el president afirmó que "no tenemos ganas de hacer las cosas fuera del marco legal, pero no se puede impedir que un pueblo que lleva mil años de historia, que tiene un proyecto de futuro y quiere luchar por su bienestar, se pronuncie sobre su futuro a menos que no se le reconozca su existencia".
Artur Mas pidió a su vez al Gobierno que escuche la voluntad de los catalanes que saldrá de las elecciones autonómicas del 25 de noviembre. "Si el pueblo se pronuncia, lo primero que tiene que hacerse es escuchar atentamente y educadamente y no amenazar", declaró el dirigente de CiU, que pidió al Gabinete Rajoy diálogo si finalmente las urnas respaldan un giro hacia el derecho a decidir en Catalunya.
Según Mas, estas "amenazas y salidas de tono no ayudan a la buena convivencia. Estos son temas que deben resolverse con diálogo y negociación". Por ello, confió en que, llegado el momento en que Catalunya decida plantear una consulta, el Gobierno español adopte una actitud similar a los del Gobierno británico con Escocia, o el de Canadá con Quebec, para que ambas partes se sienten a hablar "correctamente, educadamente, civilizadamente".