bogotá. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, reiteró hoy a las FARC que tiene la "mano abierta" para poner fin al conflicto armado mediante el diálogo y ratificó que solo cuando se alcance un pacto final, aceptará un alto el fuego. "Ahí está la mano abierta, y ojalá lleguemos al fin de este conflicto que tanto daño, tanta violencia, tanta muerte le ha causado a Colombia", dijo Santos a la prensa en una base del centro del país a la que viajó el jueves para reunirse con la jerarquía de las fuerzas de seguridad. El gobernante habló entonces ante unos cien oficiales de las Fuerzas Militares y de la Policía a los que convocó en el Fuerte Militar de Tolemaida para informarles de manera personal del naciente proceso de paz con las FARC.
El Ejecutivo y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tienen previsto instalar la mesa de negociaciones a comienzos de octubre próximo en Oslo y luego la trasladarán a La Habana, donde el pasado 26 de agosto firmaron el acuerdo marco para este proceso tras seis meses de "conversaciones exploratorias".
Ante el auditorio de oficiales, Santos ratificó que no aceptará un alto el fuego hasta que no se llegue a un pacto final con esa guerrilla rebeldes, en armas desde 1964 y con unos 8.500 combatientes.
Mientras practicaban unos ejercicios físicos con su hijo Esteban, que hace dos semanas se alistó en el Ejército, y varios de sus colaboradores, Santos insistió en que el suyo es un gobierno que prefiere la paz, pero que también está preparado para la guerra. "El país está muy bien física y mentalmente para la guerra y para la paz, pero por supuesto que preferimos la paz", enfatizó Santos, cuyo proceso con las FARC será el tercero formal en treinta años del Estado con esta organización insurgente. Mientras, la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) ofrecía ayer "su total disposición" para contribuir con el éxito de la pacificación en Colombia, según un comunicado suscrito por el secretario general de la Unión, el venezolano Alí Rodríguez. Rodríguez saludó con entusiasmo la hoja de ruta diseñada por el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), "que abre una senda para poner término a un conflicto que se ha extendido durante medio siglo".