Bilbao. Patxi López dejó claro ayer, en su primer discurso tras ser designado oficialmente candidato a la reelección como lehendakari, quién es su enemigo a batir en la cita con las urnas del próximo 21 de octubre. Y es que dedicó buena parte de su intervención ante los delegados del Comité Nacional del PSE a arremeter contra el presidente del EBB y candidato del PNV Iñigo Urkullu, de quien dijo que "no merece gobernar este país quien ha jugado así con él, quien nos ha hecho perder tiempo y recursos que podríamos haber utilizado para hacer más contra la crisis".

En el transcurso del cónclave de los socialistas vascos celebrado ayer de urgencia en el Palacio Euskalduna para designar a su candidato tras el adelanto de los comicios decretado por el propio López, éste desgranó algunas de las claves que pueden marcar su discurso en la precampaña y la campaña electoral: primero, se atribuyó el logro del nuevo tiempo sin violencia en Euskadi, y en segundo lugar, arremetió contra el PNV, afirmando que "quienes hablaban de la inactividad de este Gobierno, ahora proponen aplicar las mismas medidas" del Ejecutivo socialista.

En este sentido, insistió en darle la vuelta a la propuesta que Iñigo Urkullu realizó al día siguiente del anuncio del adelanto electoral a favor de una reforma fiscal. López señaló que el presidente del EBB "ha descubierto que el lehendakari tenía razón cuando hablaba de la necesidad de una reforma fiscal para que este país pueda contar con recursos suficientes para sostener nuestro modelo de bienestar". "Pues sí que se ha enterado tarde -agregó el lehendakari-. ¿Dónde estaba hasta ahora? Torpedeando, no al Gobierno, sino a Euskadi, porque estaba sembrando desconfianza sobre nuestro país y sobre nuestras posibilidades, practicando el cuanto peor para todos, mejor para mí, cualquier cosa con tal de intentar recuperar el poder".

En cuanto surgió esta polémica, el presidente del BBB, Andoni Ortuzar, respondió al Gobierno vasco, que se mostró "estupefacto" por la propuesta de Urkullu, explicando que su partido "no ha impedido ninguna reforma fiscal; el problema de Patxi López es que a lo largo de estos años no ha querido hacer dicha reforma, sino subvertir el orden institucional vasco, quitarle competencias fiscales a las diputaciones, y como a él le iban mal las cuentas, llevarse todo el dinero para el Gobierno Vasco".

Las acusaciones de López en relación a que el PNV ha hecho "perder tiempo y recursos" al Gobierno vasco del PSE se contradice además con los logros obtenidos por la formación jeltzale en el Congreso en la presente legislatura. Un rápido repaso incluye el blindaje del Concierto Económico, la presencia vasca en el Ecofin europeo, los más de mil millones de euros en inversiones y las 18 transferencias competenciales pendientes del Estatuto de Gernika. Unos traspasos que han posibilitado su práctica culminación y han supuesto más autogobierno para Euskadi.

Patxi López, que inició su discurso con un fragmento inusualmente largo en euskera y fue interrumpido en varias ocasiones por los aplausos de sus compañeros, dijo que, con la cita electoral cada vez más cerca en el horizonte, es el momento de "retratarse y decir qué hemos hecho cada uno y qué queremos hacer". Así, expuso de forma explícita su deseo de enfrentarse directamente con Iñigo Urkullu, asegurando que está "deseando debatir y contrastar" sus modelos con el candidato jeltzale. Una pretensión que contrasta con lo poco que ha contado con el presidente del EBB durante su mandato, contándose con los dedos de una mano las veces en que ambos dirigentes políticos se han encontrado.

Nuevo tiempo Tras la decisión de la Ejecutiva del PSE de proponer a Patxi López como candidato a lehendakari, la previsión era que fuera proclamado por aclamación en el Comité Nacional de ayer. Una expectativa que se cumplió a rajatabla, ya que a la pregunta -meramente formal- del secretario Organización, Alfonso Gil, de si alguno de los presentes quería someter a votación la designación, le siguió un silencio que fue rápidamente roto por los aplausos al flamante cabeza de cartel electoral.

Instalado de lleno en esa clave, López advirtió de que en los comicios "está en juego la igualdad y la solidaridad, el Estado de Bienestar, lo que hemos ido construyendo con esfuerzo y sacrificio". Y es que, según él, no lo van a defender ni el modelo de "recorte sobre recorte" del PP, ni el de "recortes a la vasca" del PNV, ni el de "pancarta de Bildu, que allá donde gobierna paraliza el progreso para sumirnos en conflictos de basuras".

En una de las salas de menor aforo del Palacio Euskalduna, y ante decenas de dirigentes, simpatizantes y colaboradores de su partido, el jefe del Ejecutivo vasco hizo balance de estos poco más de tres años de Gobierno afirmando que "solo por haber dado fin al terrorismo ha merecido la pena". Así, se atribuyó el logro del nuevo tiempo sin violencia de ETA, pese al papel secundario que su formación, y el Ejecutivo socialista en general, ha desempeñado en este proceso.

Patxi López dijo ayer que ahora "todos se apuntan al nuevo tiempo, aunque casi todos lo combatieron cuando lo pusimos en marcha y hubo hasta quien nos acusó de perpetrar golpes institucionales". Defendió que su Gobierno "abrió de par en par las puertas de la paz" aplicando políticas de firmeza, impulsó un gran consenso en el Parlamento para defender "una paz con memoria" y abrió la mesa de diálogo social.

Cabe recordar que, tras criticar la celebración de la Conferencia de Aiete, a última hora acabó enviando una delegación a la misma. Más aún, el anuncio de ETA del fin definitivo de su actividad cogió a López en un viaje oficial por Estados Unidos. El propio presidente del PSE, Jesús Eguiguren, directamente implicado en el fallido proceso de paz de 2006, ha criticado públicamente a su partido por no haber sabido subirse al tren de la pacificación. Por decisión propia, Eguiguren dejará el Parlamento Vasco tras concurrir a las elecciones en último lugar por Gipuzkoa.