Vitoria. Conscientes de que lograr una mayoría absoluta en la próxima cita con las urnas se antoja más una quimera que una posibilidad real, los diferentes partidos se afanan en el dibujo de los diferentes escenarios de acuerdo postelectoral que podrían imponer los votos de los ciudadanos de la Comunidad Autónoma Vasca.

Todas las encuestas presentan a PNV y EH Bildu como los grandes ganadores de estos comicios, y los perjudicados por esta hipótesis, los socialistas -y especialmente los populares- se aprestan a diario a presentar un pacto entre ellos para alertar sobre su hipotético avance por la senda de la soberanía. "Me parece muy difícil que el PNV y EH Bildu se sustraigan a tratar de reverdecer aquellas viejas políticas identitarias", decía José Antonio Pastor. "Urkullu apunta a un acuerdo con los más radicales del país", coincidía en señalar Iñaki Oyarzábal, ambos esta misma semana.

Sin embargo ayer, Ramón Jáuregui, una de las más experimentadas voces del socialismo vasco, se distanciaba de esta "hipótesis", al tiempo que alimentaba la que plantearía volver a tejer un gran pacto transversal como aquéllos que sustentaron los primeros Ejecutivos autonómicos, y en los que él tuvo un importante protagonismo.

"virtudes importantes" "Deudor" de aquella etapa de entendimiento entre socialistas y jeltzales como se reconocía a sí mismo ayer -no en vano llegó a ser vicelehendakari de un gobierno de coalición presidido por José Antonio Ardanza-, Jáuregui dio por "descartado" tanto que PNV y PP puedan entenderse, como que su partido lo pueda hacer con la coalición soberanista.

Y dado que también dudó de que la suma abertzale entre hoy en día en los "cálculos" del partido que dirige Iñigo Urkullu -"las peores coaliciones son las de los próximos", y actualmente existe "una rivalidad interna" entre sus dos protagonistas que "a ninguno de los dos les va a interesar formalizar", explicó en Radio Euskadi-, Jáuregui concluyó que "una de las posibilidades" que gana enteros podría ser la del "entendimiento" entre PNV y PSE. Es "una fórmula de gobierno" que ha demostrado que tiene "virtudes importantes". "Muchas más", dijo, que "cualquiera de las otras" combinaciones, que además tachó de "improbables", manteniéndose así fiel al discurso que siempre ha mantenido. Tanto cuando gobernaba los destinos del socialismo vasco desde su propia sala de máquinas , como cuando fue quedando paulatinamente alejado de ella y tuvo que llevar su mensaje primero a Madrid y luego hasta el Parlamento europeo.

En cualquier caso, Jáuregui no se quiso olvidar de hacer campaña por el proyecto con el que su partido acudirá a las urnas y aseguró que el PSE tiene "el mejor candidato" pese a que "algunos no daban dos días" al Gabinete de Patxi López porque creían que "un lehendakari socialista y un Gobierno socialista en solitario no era sostenible". "Comparativamente, los consejeros de este Gobierno han sido muy dignos", concluyó, antes de destacar que durante su mandato se han producido la "normalización" de la sociedad vasca y la "estabilización del marco político", sosteniendo además a flote "el barco ante la crisis, con una sensibilidad social mayor que la que el PP representa".