Vitoria. Los últimos acontecimientos han hecho peligrar el mensaje social del lehendakari López y, por extensión, han complicado su carrera electoral. El Tribunal Constitucional ha reclamado a la CAV que aplique el copago farmacéutico mientras adopta un fallo definitivo al respecto, y el Gobierno Vasco ha admitido la posibilidad de que pueda verse obligado a suprimir la paga extra navideña de los funcionarios, tal y como ordena Madrid. Ese contexto podría precipitar la convocatoria de un adelanto electoral, que ahorraría a López la presentación de unos presupuestos que se prevén restrictivos; y con ese escenario trabajan ya buena parte de los partidos. Tal y como adelantó ayer DNA, el 25 de octubre ha cobrado fuerza como fecha para celebrar las elecciones autonómicas y, dentro de esa lógica, las formaciones volvieron ayer a dar por terminado el mandato socialista.

Desde ópticas totalmente opuestas, PNV y UPyD dejaron ver que no esperan que la legislatura se prolongue mucho más. En el caso de los jeltzales, el presidente del GBB Joseba Egibar vaticinó en Euskadi Irratia que las elecciones se adelantarán porque el Ejecutivo "ya no tiene mayor duración".

Aunque se decantó más por octubre que por noviembre, aseguró no tener noticia de que el 25 vaya a ser el día elegido, y opinó que, si así fuera, no tendría "mucho sentido" que López escogiera esa jornada. En ese sentido, el 25 de octubre coincide con la celebración del Día de Euskadi, una festividad impulsada por el Gobierno del cambio y que, por ello, podría ser del agrado del lehendakari para convocar las urnas, dado el simbolismo de la fecha.

Además, el burukide ahondó en las críticas contra la gestión de López, otro de los factores que ha señalado en las últimas jornadas la oposición para justificar sus peticiones de adelanto electoral. Los partidos comienzan a poner el foco sobre los niveles de deuda del Ejecutivo vasco, que tendrán que ser asumidos por el próximo inquilino de Ajuria Enea. "En lo que respecta al autogobierno y a la gobernanza del día a día, López hace tiempo que lo dejó, y está aquí, más o menos gestionando, rompiendo todos los récords de endeudamiento, y sabiendo que eso puede tener a corto plazo un beneficio, pero que a medio plazo dejará una carga impresionante", avisó.

Desde UPyD, su parlamentario Gorka Maneiro se situó ante la hipótesis del adelanto electoral para considerar que, si López hiciera las maletas, lo haría sin aprobar leyes estratégicas y sin haber cumplido ni uno solo de los preceptos del Gobierno del cambio. Según explicó en un comunicado, "si finalmente las elecciones vascas son el día 25 de octubre, tal como se rumorea", López se dejaría en el tintero la aprobación de la Ley de Vivienda o la Municipal, y dejaría el Ejecutivo sin haber satisfecho ninguna promesa de la "entente de acomplejados PPSE".

Maneiro opinó que el balance del lehendakari se presenta "desolador", y consideró que el Gobierno constitucionalista ha sido un "fraude". "Ni se ha modificado la política lingüística, ni se ha reducido el entramado de chiringuitos creados por el PNV, ni se ha modernizado el entramado institucional vasco, ni se ha aplicado una sola política que pueda calificarse como constitucionalista: al revés, PPSE han mostrado todo su abanico de complejos y miedos frente al nacionalismo vasco", zanjó.

la versión socialista En cuanto al PSE, el coordinador de su Ejecutiva Mikel Torres fue interrogado sobre un eventual adelanto en Radio Euskadi, aunque no ofreció ninguna pista. Según aseguró, esa potestad compete al lehendakari. Sí quiso vaticinar el desarrollo de la campaña, que previó "muy reñida". "Nadie sabe quién ganará y quién podrá formar gobierno", dijo. Por el momento, los socialistas apuestan por negar un adelanto o por eludir cualquier valoración en profundidad, e insisten en que presentarán su proyecto de presupuestos, a pesar de que lo hagan con retraso sobre los plazos establecidos.