vitoria. Los ecos sobre la polémica iniciativa de reforma electoral que defiende el PP en el Congreso -donde desde noviembre cuenta con mayoría absoluta- sobrepasaron ayer las fronteras vascas. Y lo hicieron amplificados por una supuesta conversación que, según publicaba ayer el diario ABC -refiriéndose a ella como una "comunicación interceptada" a la que el rotativo madrileño ha "tenido acceso"-, habría mantenido el dirigente de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi con unos allegados que fueron a visitarle en la cárcel de Logroño, donde está preso.

Refiriéndose a que quienes hayan pasado cinco años en Euskadi podrían votar aunque ya no vivan en la CAV, Otegi habría pensado en los efectivos policiales para criticar que, así, "todos los txakurras pueden votar". "Claro; qué va a venir, ¿la Guardia Civil aquí y todas sus putas familias? Sí, claro", atribuía ABC al dirigente abertzale.

Ante estas presuntas palabras de corte personal, la AVT puso el grito en el cielo aprovechando para reiterarse en dos de sus principales lineas de actuación: "vamos a seguir adelante en la lucha por conseguir que la las familias vascas que tuvieron que exiliarse puedan votar" y por que Otegi no salga de la cárcel, aseguró su presidenta, Ángeles Pedraza.

De igual modo, la Confederación Española de Policía apoyó la iniciativa popular asegurando que "no se puede vivir en libertad cuando en un territorio español la gente tiene que marcharse por miedo", al tiempo que criticó "la catadura moral" que revelarían las palabras de Otegi. Mientras, desde el Sindicato Unificado de Policía, se limitaron a apoyar una propuesta que dan por "razonable" y "justa".