sevilla. Tras el plantón de su comunidad en el Consejo de Política Fiscal y Financiera del martes, el presidente andaluz, José Antonio Griñán, tensó ayer aún más la cuerda que le une al Gobierno central y anunció que llevará a los tribunales los nuevos límites de endeudamiento establecidos desde Madrid. Rebajar la deuda autonómica el año que viene al 13,2% del PIB supondrá cerrar los diecinueve hospitales públicos de Andalucía, la mitad de los colegios y despedir a 60.000 empleados públicos, ilustró ayer Griñán, que considera los nuevos objetivos una discriminación y un "ataque frontal" a las comunidades de color socialista.

El presidente andaluz lleva por tanto al límite el órdago al Gobierno de Mariano Rajoy que lanzaron el martes su comunidad y Cataluña al boicotear la reunión para fijar los límites de endeudamiento de las comunidades autónomas, que en el caso de la Junta andaluza supone disponer de 2.700 millones de euros menos en 2013. Ambas autonomías, junto a Canarias y Asturias, esta última también gobernada por los socialistas, consideran que, como ha hecho Bruselas con el Gobierno español, lo justo es que también Madrid dé más margen a las regiones más endeudadas para hacer sus deberes y reducir el déficit.

Griñán, con el respaldo del líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer que el Gobierno español está discriminando a las comunidades que gobierna su partido al repartir los esfuerzos de cara a 2013. Griñán advirtió de que con 2.700 millones menos resulta "imposible" para el Gobierno andaluz elaborar un presupuesto en 2013 que mantenga en pie los principales servicios públicos y, aseguró que, con las nuevas restricciones, habrá que cerrar todos los hospitales públicos, más de 2.000 colegios, y despedir a uno de cada cuatro trabajadores públicos -la tasa de paro de Andalucía es la más elevada del Estado, cerca del 35%-.

Por eso pidió al Gobierno de Rajoy que revise las cifras establecidas en la reunión del martes, de la que la consejera andaluza, Carmen Martínez Aguayo, se levantó a mitad de sesión en señal de desacuerdo. El presidente de Andalucía intentará acompañar las palabras con medidas efectivas que sirvan para bloquear los nuevos límites de endeudamiento y, aprobará hoy diversos recursos jurídicos "vía contencioso-administrativa y constitucional" que respalden sus argumentos.

Por otro lado, buscará una postura "unánime" en el Parlamento autonómico y abrirá una ronda de reuniones con agentes sociales para tratar de recabar apoyos. "Los andaluces exigimos igualdad de trato. No podemos aceptar un trato discriminatorio que suponga romper la igualdad de los españoles", dijo Griñán.

Desde el Gobierno central se negaron las acusaciones de los socialistas y el Ejecutivo aseguró "es poco creíble" que la representante andaluza se levantara del consejo de política fiscal del martes "por dos puntos de deuda" -el objetivo de Andalucía en 2013 pasa del 15% al 13,2%- . "A todas las comunidades se les han aplicado los mismos mecanismos" al fijar sus objetivos de deuda en 2013, asegura el Ejecutivo de Rajoy.

En este sentido, la secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, advirtió a las comunidades de que "no hay hueco para la insumisión". "No tienen posibilidad alguna de llevar a cabo esa insumisión, entre otras cosas porque no tienen financiación", advirtió Fernández a Andalucía, Asturias, Canarias y Catalunya.

La Comisión Europea, por su parte, evitó hacer comentarios acerca de la postura hostil de estas regiones y recordó que su única preocupación es que "España en su conjunto" cumpla con la reducción de déficit que le corresponde los próximos años.

El presidente de Andalucía, Antonio Griñán, advirtió ayer de que los servicios públicos básicos corren peligro con el nuevo tope de deuda. Foto: efe