Ginebra. La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, acusó ayer al régimen de Bachar al Asad de arrasar zonas controladas por la oposición sin tener en cuenta la suerte de la población civil que las habita.
"Después de que un pueblo o un barrio haya sido rodeado por el Ejército, se corta la distribución de agua, electricidad y comida", denunció la Alta Comisionada en un comunicado difundido ayer, en el que reiteró su preocupación por la comisión de crímenes de guerra y contra la humanidad.
La Alta Comisionada de la ONU señaló que tras el aislamiento de las poblaciones, se realizan intensos bombardeos de artillería y aéreos, tras lo cual entran los tanques y las fuerzas terrestres "que proceden puerta por puerta y, según nuestras informaciones, a menudo ejecutan de manera sumaria a personas sospechosas de luchar con la oposición".
Pillay recordó que el derecho humanitario internacional establece claramente que los civiles deben tener la oportunidad de abandonar las zonas que van a ser atacadas militarmente y que esto solo ha ocurrido "en algunas ocasiones" en Siria en los últimos meses.
Indicó que corresponde a los tribunales internacionales de justicia llegar a una conclusión sobre lo que está ocurriendo en Siria, que se desangra en un conflicto interno desde marzo de 2011 que ha costado la vida a miles de personas, pero volvió a expresar su convencimiento de que se han cometido graves crímenes.
Alepo espera una ofensiva La ciudad de Alepo se mantuvo ayer en vilo ante la inminente ofensiva de las fuerzas del régimen para recuperar las zonas controladas por los rebeldes, mientras continúan los bombardeos y los combates entre los dos bandos en esta urbe y otras provincias del país.
Los enfrentamientos en la segunda ciudad y centro económico de Siria cumplieron ayer una semana entre fuertes bombardeos de las fuerzas gubernamentales contra los barrios en manos de la insurgencia.
Alepo está sitiada por tanques del régimen de Bachar al Asad, según el "número dos" del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), Malek Kurdi, quien afirmó que sus hombres se preparan para defender la ciudad. Explicó además que hay más tropas gubernamentales de camino a la ciudad procedentes de otras zonas como Damasco.
Los refuerzos militares que se dirigen a Alepo están siendo atacados por el ELS, que han causado daños materiales en vehículos blindados y tanques, con el objetivo de tratar de cerrarles el paso hacia Alepo.
Entre estas escaramuzas, los rebeldes habrían hecho prisioneros a un centenar de soldados progubernamentales en Alepo. Además, en la localidad de Maaret al Numan, también en el norte de Siria, los insurgentes apresaron a más de cincuenta miembros de las fuerzas de seguridad y del Ejército, entre ellos catorce oficiales y suboficiales. La lucha por el control de Alepo ha despertado el temor internacional a que se produzca "una masacre" en la ciudad.