santiago de chile. La Fiscalía Nacional de Chile informó ayer de que investiga supuestos abusos sexuales en unos 60 colegios de Santiag, 49 de ellos de la zona oriente, que incluye barrios de alto poder adquisitivo, en medio de la preocupación por un aumento de denuncias de este tipo de delitos.

Así lo anunció ayer Sabas Chahuán, el fiscal nacional, tras reunirse con representantes de la Red Infancia de Chile, la Asociación de Padres, Madres y Apoderados (Amdepa) y los fiscales de las zonas Oriente y Occidente de la capital.

Según Chahuán, 49 de los 59 colegios están siendo indagados por la Fiscalía Oriente mientras que en la zona occidente de la capital están en la mira una decena de colegios. Hace dos días, el presidente chileno, Sebastián Piñera, anunció diez medidas para reforzar la prevención y el combate a los abusos sexuales contra menores como consecuencia del reciente descubrimiento de casos de abusos contra niños en algunos colegios situados en sectores de altos ingresos de la capital chilena.

Entre las nuevas medidas, una base de datos que registrará las personas condenadas por el abuso sexual de los menores y por la pornografía infantil estaría en funcionamiento a partir de agosto. Además, una legislación aprobada el pasado mes ha prohibido a los pedófilos trabajar cerca de los niños.

"Al igual que en delitos de corrupción o económicos, aquí investigaremos igual, sea donde estén los niños. Nos ponemos en el lugar de padres y apoderados y sabemos que están preocupados, ansiosos y desesperados", afirmó Chahuán.

De acuerdo al último boletín de la Fiscalía Nacional, en el primer semestre de 2012 hubo un aumento del 22% en el número de denuncias por abusos sexuales contra menores de 14 años en comparación con el mismo periodo de 2011.

Uno de los casos más polémicos el año pasado fue el de la monja Isabel Margarita Lagos Droguett, también conocida como "Sor Paula", ex madre superiora de la congregación Santa Úrsula, que falleció ayer en una clínica privada de Santiago a causa de un cáncer de mama.

La religiosa, de 68 años, estaba siendo investigada por un juzgado de Santiago por supuestos abusos sexuales contra novicias de su orden y alumnas de un colegio que la congregación tiene en Maipú, en el suroeste de la capital. Al final pedió una dispensa que le fue concedida por razones humanitarias.