BILBAO.Tras la comparecencia del lehendakari Patxi López el martes en Gasteizen la que se plegaba a los recortes del Gobierno español que hoy seconvalidan en el Congreso de los Diputados, se han disparado loscomentarios sobre un inevitable adelanto electoral. Su apuesta porpresentarse como guardián contra los ajustes de Madrid empieza acaducar ante las estrecheces económicas del Ejecutivo vasco que leabocarían a presentar unas cuentas restrictivas y con fuertestijeretazos.

El dato determinantepara conocer los planes del lehendakari Patxi López en torno a unposible adelanto electoral son los Presupuestos de la CAV para 2013. Siapuesta por presentarlos las elecciones autonómicas vascas podríanllegar en el plazo previsto, es decir, al final de la legislatura enmarzo, o como mucho adelantaría los comicios uno o dos meses después deque su intento fuera abortado por la oposición al echar por tierra unascuentas poco ajustadas a la realidad. Sin embargo, los últimosmovimientos en este sentido apuntan en la dirección contraria a lapresentación de Presupuestos.

Segúnha podido saber este diario de fuentes parlamentarias y de la propiaAdministración vasca, el Consejo de Gobierno decidió a última horaretirar del orden del día de la reunión del pasado martes la aprobaciónde las directrices presupuestarias. El Ejecutivo los volverá a ponersobre la mesa la próxima semana en lo que puede ser el último Consejoantes de las vacaciones de agosto, teniendo en cuenta que el 31 dejulio, día de San Ignacio, es festivo. Es un paso previo a laelaboración del borrador de las cuentas, cuyas líneas maestras deberíanestar definidas para el 1 de octubre, un mes antes de la obligadapresentación del proyecto presupuestario definitivo ante el ParlamentoVasco.

El Gobierno de López haincumplido la Ley de Régimen Presupuestario de Euskadi que obliga alEjecutivo primero a comunicar, "dentro de la primera semana de junio alos titulares de los distintos Departamentos las directrices económicassobre la elaboración de los presupuestos para el próximo ejercicio, queéstos trasladarán a los distintos Entes de ellos dependientes". Acontinuación debe enviarlos en ese mismo plazo al Parlamento Vasco. ElEjecutivo de Gasteiz cumplió este precepto en los dos primerosejercicios de esta legislatura.

Anteel incumplimiento del Gobierno de López, el grupo parlamentario del PNVreclamó al consejero vasco de Economía en la Cámara vasca que explicaralas razones para no presentar la orientación de los Presupuestos. Sinembargo, Carlos Aguirre no respondió al requerimiento de los jeltzales,aunque en posteriores declaraciones públicas ha reconocido que lascuentas del próximo año serán "de ajuste durísimo".

Laformación jeltzale insistió por segunda vez en pedir explicaciones y lohizo por escrito. Precisamente ayer terminó el plazo reglamentario paraque el Gobierno vasco contestara al PNV. También en esta ocasión, elEjecutivo de López ha optado por el silencio administrativo.

Ademásde las resistencias internas en su partido y su gabinete, López tendráque enfrentar varios obstáculos de cara a la elaboración de losPresupuestos. El más inminente es la presentación del techo de gastopresupuestario al Gobierno español. En septiembre afrontará una emisiónde deuda pública que todavía está en el aire ya que ha de serautorizada por el Gobierno español, que ya ha amagado con no hacerlo siLakua no presenta unos números de techo de gasto y una estabilidadfiscal equilibrada. Ya en octubre recibirá datos reales de larecaudación tributaria de las haciendas vascas, lo que le permitiráelaborar un proyecto presupuestario bien ajustado a la realidad degastos e ingresos del erario público.

Porsi no tuviera pocas dificultades que escapan a su control, lasdiscrepancias en el seno del Ejecutivo arrojan aún más sombras. Lasdivergencias son importantes y han hecho imposible una decisióndefinitiva sobre la conveniencia de elaborar un proyectopresupuestario. La próxima semana se volverá a repetir el debate en elúltimo Consejo de Gobierno del mes, en lo que será el último encuentroantes de la siguiente reunión entre lehendakari y consejeros que, hastaahora, tanto este como los anteriores gobiernos han venido celebrandola última semana de agosto o la primera de septiembre.

Paraagotar la legislatura necesitará aprobar los Presupuestos pero la únicamanera de evitar unas cuentas muy restrictivas en materia de educación,sanidad o servicios sociales y públicos sería aumentando surecaudación, una previsión de ingresos de alrededor de mil millones deeuros que no se ajusta a la realidad. Así las cosas, estaría abocado arealizar fuertes tijeretazos a las puertas de unas elecciones. Sudiscurso contra los recortes quedaría en agua de borrajas, lo quealimenta las tesis de quienes sostienen que el adelanto electoral esinevitable.

baza electoral Mientrastanto, López gana tiempo. Ha encontrado un filón en los recortes delGobierno de Rajoy para mostrarse a los ojos de la ciudadanía vasca comoel defensor del Estado de bienestar e incluso del autogobierno vascofrente a los ajustes aprobados desde Madrid. Roto el acuerdo de basesque le amarraba al PP de Antonio Basagoiti, en los últimos tres mesesel lehendakari se ha lanzado en tromba contra la aplicación en la CAVde los ajustes. Se la juega todo a la baza electoral de 'o Patxi Lópezo la política de recortes de Rajoy', aunque en la práctica se trata másde una insumisión discursiva que una negativa efectiva a aplicarlas, yaque, más allá de la retórica, hasta ahora su oposición se ha limitado aanunciar recursos ante el Tribunal Constitucional contra el copagosanitario.

El botón de muestra másclaro de su sometimiento a los recortes del Gobierno español fue sudeclaración el pasado martes de que quitará la paga extra de diciembrea los 67.000 empleados públicos cuyas nóminas dependen de Lakua. Lópezno se opuso a bajar un 5% el sueldo de los funcionarios vascos en 2010,dentro del paquete de recortes aprobado por el entonces presidente delGobierno español y compañero de partido José Luis Rodríguez Zapatero.