Madrid. La diputada del PP por Castellón Andrea Fabra pidió disculpas ayer por su "inapropiada" expresión del pasado miércoles, cuando dijo "Que se jodan" mientras intervenía el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y admitió no sentirse honrada por ese "error".

En una carta enviada al presidente del Congreso, Jesús Posada, Fabra le ruega que haga llegar sus disculpas a los diputados socialistas y al resto de grupos de la Cámara e insiste en que su frase " que se jodan" iba dirigida hacia la bancada del PSOE y no a los parados. "¡Que se jodan!" dirigiéndose a los diputados del PSOE. "Le ruego haga llegar al grupo socialista, pero también al resto de los grupos representados en esta Cámara, mi sincera petición de perdón", señaló Fabra, quien confiesa haber cometido un error del que no se siente honrada y por el que recurre a la benevolencia del Congreso. Después de pedir que se acepten sus disculpas, Fabra reitera sus excusas a la Cámara y asegura que no pretendió dañarla en su dignidad, imagen y prestigio, "especialmente en estas circunstancias difíciles" que vive el país y que exigen a todos los representantes de los ciudadanos "un comportamiento irreprochable".

"RECTIFICACIÓN" Una "rectificación" de su conducta que, agrega, hace desde la lealtad a su conciencia, a sus convicciones personales y políticas, al respeto que dice sentir por quienes tienen posiciones distintas a la suya y desde la consideración que tiene al Parlamento como centro del debate nacional. "Y muy especialmente a la altura de miras que debe presidir nuestra actuación, honrando el contrato de representación suscrito con los ciudadanos y que nos obliga a buscar incansablemente el bien de la nación", apostilla. Fabra se compromete también a no escatimar esfuerzos en esta legislatura para "hacer honor a ese compromiso". El respaldo oficial a la diputada exhibido la semana pasada ya se había convertido el lunes, en la sede nacional del PP, en una regañina pública, aunque suave.

"CENSURABLE" La secretaria general de los populares, Dolores de Cospedal, calificó de "censurable" ese comportamiento y aseguró que no era "el mejor ejemplo para la ciudadanía". Esto es, la primera manifestación pública de censura tardó cinco días. En cuanto se conocieron los hechos, Twitter se inundó de críticas furibundas a la diputada popular, hasta el punto de que el hashtag #andreafabradimisión se convirtió en trending topic (tema más comentado). Fabra señaló que la "altura de miras" debe presidir la actuación de los diputados, "honrando el contrato de representación suscrito con los ciudadanos".