Vitoria. En medio de este clima electoral que amenaza con salpicar el verano vasco de presentaciones de nuevas caras y propuestas, el PP apuesta por la continuidad en Álava confirmando a Alfonso Alonso como su presidente en este territorio.

En tiempos de crisis, es mejor no hacer mudanza, decía san Ignacio de Loyola. Y así están llamados a avalarlo los 234 compromisarios que se darán cita hoy en el hotel Ciudad de Vitoria donde, salvo hecatombe, Alonso se verá confirmado en su cargo casi por aclamación, ya que no ha encontrado ninguna candidatura alternativa que haga frente al liderazgo que ejerce desde Madrid, a donde Mariano Rajoy le llamó para ser la voz del PP en el Congreso. Y es que este rol -que fomenta su peso en el partido-, así como unos datos internos que, según subrayó la presidenta del comité de organización de este congreso, Ana Morales, alumbran un incremento del 22% en la afiliación alavesa desde que en 2004 Alonso cogiera sus riendas, allanan la designación que hoy volverá a vivir el que fuera alcalde de Vitoria.

'comprometidos con álava' El congreso acogerá la presentación de la ponencia económico y social, pero también de la que marcará la hoja de ruta que el partido llevará al campo de batalla de las próximas elecciones autonómicas vascas.

Una vez más, los populares saben que el frente alavés será clave en la contienda y que deberán volcar en la defensa de esta trinchera todos sus esfuerzos si quieren mantener su actual representación parlamentaria pese a la corrección que supondrá la vuelta de la izquierda abertzale al Parlamento Vasco, cuyos escaños se repartieron las demás fuerzas representadas tras la anterior cita con las urnas dada su ilegalización. El nombre de esta hoja de ruta no deja lugar a dudas: Comprometidos con Álava. Y es que, como explicaba el número dos del partido, Iñaki Oyarzábal, el PP alzará dos banderas que explotará para mantener prietas sus lineas -si es posible, pescando también en el desconcertado contingente socialista-. La primera, que nadie como este partido negociará inversiones para Álava allí donde -como este año ha podido hacer con Patxi López- tenga capacidad para presionar. Y la segunda, que la popular es "la única alternativa para los no nacionalistas ante el desplome del PSE", y el único voto que "frenará" a lo que ya presentan -volviendo a los clásicos- como el "frente PNV-Bildu"; lo que defienden al tiempo que apuntillan esta estrategia acusando a los socialistas de haber "tirado la toalla" para entregarse al enemigo abertzale. Lista la estrategia, comienza la batalla.