vitoria. El Congreso celebró ayer su acto institucional en homenaje a todas víctimas del terrorismo por tercer año consecutivo, pero por vez primera sin la amenaza de ETA. Sin embargo, el nuevo tiempo abierto tras el cese definitivo decretado el 20 de octubre no sirvió para dejar atrás imágenes del pasado, y volvió a quedar patente el largo camino hacia la reconciliación que queda por recorrer. Por una parte, varias asociaciones de damnificados declinaron participar en el acto en un contexto marcado por la alta contestación de los sectores más inmovilistas al plan de reinserción del PP. La sentencia del Tribunal Constitucional a favor de Sortu ha contribuido a caldear los ánimos. Por otra parte, Amaiur se decantó por convocar un evento paralelo al considerar que el homenaje no cubría a "todas las víctimas". El presidente del Congreso, Jesús Posada dejó, su particular recado al leer una declaración institucional en la que condenó cualquier "equiparación moral y política entre víctimas y verdugos".
El popular se dirigió a los partidos presentes en el hemiciclo antes de que guardaran un minuto de silencio como muestra de gratitud hacia las víctimas del terrorismo. Muchas de ellas sí se acercaron al Congreso -lo hicieron damnificados del 11-M, la asociación Dignidad y Justicia o la fundación de Maite Pagazaurtundua-, y tuvieron oportunidad de trasladar en persona sus peticiones a Mariano Rajoy, al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y a su homólogo en el área de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón. Al acto también asistieron el consejero de Interior Rodolfo Ares y varios agentes de la Ertzaintza. De hecho, Posada dedicó una mención de honor a las fuerzas de seguridad "por haber padecido con especial intensidad la violencia terrorista". El PP aprovechó la jornada de ayer para mostrar su perfil más inflexible y para dedicar un guiño a las víctimas. Y lo hizo también en sesión plenaria. Una diputada socialista preguntó a Gallardón sobre la eventual retirada del recurso contra el matrimonio homosexual, y el ministro replicó a la defensiva y cargando contra el cambio de criterio del PSOE en cuanto a la ilegalización de Sortu. Un viraje que bautizó como doctrina Rubalcaba. El popular criticó que los socialistas hablaran de "coherencia" cuando, a su juicio, no podrían presumir de ella. Una respuesta que le sirvió para exhibir su perfil más duro y para eludir una respuesta concluyente.
quejas En el homenaje, Posada quiso dejar claro que el PP no se ha plegado "a las exigencias de los asesinos", mientras 25 personas se concentraban en la plaza Neptuno para reclamar la ilegalización de Sortu. Dentro del Congreso, la mujer de un policía herido por ETA abordó a Rajoy para exigirle "que se ocupe de las víctimas y no de los asesinos, a quienes se están dando muchos privilegios". Aunque la AVT justificó su ausencia por segundo año consecutivo en que el acto del Congreso no da voz a las víctimas, sino que se limita a la lectura de una declaración, dejó entrever que su plante podría tener otras connotaciones. De hecho, pidió a Rajoy que ilegalizara a Amaiur, Bildu y Sortu. >dna/efe