vitoria. Disminuye la simpatía que despiertan todos los partidos del arco político vasco, se incrementa el desapego general hacia la política, se dispara la percepción de que la situación social y política ha empeorado y los porcentajes de quienes afirman que en su entorno familiar alguna persona se ha visto afectada por una rebaja o congelación salarial, la pérdida del empleo o una disminución de la jornada de trabajo supera de largo el 30%. Este es, en líneas generales, el sombrío escenario que dibuja el Sociómetro del Gobierno Vasco a partir de 2.254 entrevistas efectuadas entre el 29 de mayo y el 2 de junio.
Con la referencia de 2011, la percepción de la ciudadanía vasca sobre la situación económica ha empeorado cinco puntos: el 75% la considera mala o muy mala y los problemas relativos al mercado laboral o a la economía en general son los que ocupan los dos primeros puestos en las preocupaciones de los sondeados. Por territorios, el 77% de los alaveses consideran que la situación económica es mala o muy mala, por debajo de los vizcaínos (79%), pero por encima de los guipuzcoanos (69%). Si el análisis se hace por clases sociales, la percepción de la coyuntura económica es relativamente similar y, según el recuerdo de voto en las elecciones generales, es sensiblemente más positiva la visión de quienes apoyaron a socialistas y populares que la del resto.
Son los alaveses los que declaran una mayor influencia de la crisis en su situación personal (5,9 sobre 10), así como en sus hogares: cuatro de cada diez afirma que algún integrante de la familia ha sufrido una congelación o rebaja salarial o ha perdido el empleo.
Con estos mimbres, quienes están llamados a ofrecer, al menos, los carriles que lleven a la salida de la crisis no parece que estén convenciendo a la ciudadanía. El desinterés por la política sigue creciendo (75%) y la simpatía que despiertan los partidos entre los vascos está a la baja. El que mejor resultado obtiene es el PNV, que se queda con un 4,1 perdiendo tres décimas desde febrero, por delante de Bildu, que pierde dos décimas y se queda con un 3,5. El PSE es el tercero en el ranking (3,4) tras perder otra décima.
En cuanto a los líderes políticos, el lehendakari, Patxi López, es el que logra un mayor nivel de aprobación (48%) -consecuencia de ser el más conocido por la ciudadanía-, aunque quien tiene mejor nota -los encuestados solo valoran a los líderes que conocen- son Iñigo Urkullu y Aintzane Ezenarro (4,6), mientras que López se queda con un 4,3. Quizá los datos más interesantes en este apartado están en el epígrafe dedicado a los diputados generales. Es el guipuzcoano, Martin Garitano (Bildu), quien consigue la mejor nota (4,8), por delante del resto de políticos valorados, como de su homólogo vizcaíno, José Luis Bilbao (4,7).
El índice de aprobación de los tres diputados generales se mantiene respecto a la encuesta de noviembre pasado, aunque Garitano mejora ligeramente. Lo realmente curioso es que el diputado general alavés, Javier de Andrés (PP), recibe menos aprobados de los votantes de su partido que del resto. Es decir, el 11% de sus aprobados provienen del electorado popular mientras que, por ejemplo, el jeltzale le otorga el 18% o el socialista, el 17%. Otro dato relevante, aunque repetido, es que sólo el 56% de los encuestados en Gipuzkoa conoce a Garitano o el 39% de los alaveses conoce a De Andrés, prácticamente en los mismos niveles que en el sondeo realizado en noviembre.