madrid. El dimitido presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, aseguró ayer que la "cruel" y "burda" persecución que asegura haber sufrido por la polémica de sus viajes a Marbella no surgió "de la noche a la mañana" sino que ha habido "una orquestación con una dirección" que finalmente ha conseguido que presentara su renuncia.
"Es difícil pensar que una campaña de este tipo se ha podido organizar por generación espontánea. Una campaña que además ha sido burda, se ha metido en aspectos de la vida privada, en mi vida religiosa, en aspectos que defiende la propia Constitución y cada día se ha hecho una bola de nieve más grande" denunció en una entrevista en la Cope.
Preguntado por los fines que habrían motivado el surgimiento de esta campaña "orquestada", Dívar aseguró que "el que se ha producido es muy claro: la sustitución del presidente del Consejo".
Asimismo, denunciado que dicha campaña ha sido "cruel", "desproporcionada en todos los sentidos". "Me he sentido dentro de una persecución", confesó. En relación con su dimisión, el expresidente del Supremo destacó que, "en principio, no pensaba dimitir" y que en realidad lo que ha hecho ha sido "renunciar que es la palabra que dice la ley".