vitoria. El Parlamento Vasco demostró ayer que a pesar del camino recorrido en torno a la violencia terrorista y sus víctimas, la meta aún no se ha alcanzado.
Llegaba a la Cámara vasca una declaración en recuerdo de los damnificados del atentado de Hipercor, que segó la vida de más de una veintena de personas hace un cuarto de siglo, y de Eduardo Puelles, asesinado por ETA en 2009. Un texto que solo con el apoyo unánime de los grupos hubiera alcanzado el carácter de declaración institucional, pero Eusko Alkartasuna y Aralar se descolgaron de la misma al constatar que el enunciado dejaba al margen del pronunciamiento parlamentario a otras víctimas.
Fuentes de EA destacaron a este periódico que este grupo no veía ningún impedimento en consensuar con su rúbrica la práctica totalidad de comunicado, compuesto por cinco puntos. En los cuatro primeros la Cámara muestra su solidaridad con las familias de los fallecidos, reivindica su memoria y muestra su rotundo rechazo ante el terrorismo y su deseo para que este tipo de violencia no regrese.
Las divergencias surgieron en el quinto apartado, que textualmente recoge el deseo del Parlamento de "expresar su satisfacción democrática por que ETA se haya visto obligada a anunciar la renuncia a su actividad terrorista, por la acción del estado de Derecho y la presión de la sociedad vasca. Una satisfacción que será completada cuando ETA anuncie su definitiva disolución".
Este párrafo, unido a la ausencia de mención alguna hacia las víctimas de abusos policiales frenaron la incorporación de ambos grupos.
respuesta conjunta Los portavoces de EA y Aralar en el Parlamento Vasco, Juanjo Agirrezabala y Dani Maeztu, demostraron que la sintonía que ambos partido comparten en la coalición soberanista Amaiur también es patente en el interior de las paredes del Legislativo. Optaron por enviar un único comunicado en el que hacían hincapié en que la falta de consenso parlamentario había convertido, finalmente, el recuerdo de la luctuosos hechos en una declaración de la Presidencia.
Asimismo, denunciaron la imposibilidad para hacer propuestas o introducir cambios con la que se habían encontrado al serles remitido el citado texto.
En su respuesta conjunta, los portavoces de ambos grupos parlamentarios criticaron que las demás bancadas de la Cámara hubieran intentado "utilizar" una declaración de homenaje a las víctimas para "hacer apología de la lucha del estado de Derecho contra ETA, tratando de dar a los poderes del Estado un aval que no les ha dado la sociedad vasca".