Vitoria. La trágica muerte de Iñigo Cabacas a consecuencia del impacto de una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza sigue resonando por los pasillos del Parlamento Vasco y ayer hizo saltar chispas entre PNV y PSE, llevándoles a protagonizar un tormentoso cara a cara alimentado por el clima preelectoral que llena de electricidad la atmósfera política vasca.

El jeltzale volvió a llevar esta cuestión a la Cámara en busca de las respuestas que sigue echando en falta más de dos meses después de aquel trágico suceso. "Falta transparencia", y es "de especial gravedad que no se quiera entrar en el fondo de este debate", espetó Martinez a la bancada socialista, para a continuación culpar directamente al consejero de Interior, Rodolfo Ares, de "esconderse detrás de las togas".

Y es que el argumento que defienden los socialistas para no compartir con los grupos la información que sí está en manos del tribunal que estudia este caso es precisamente que está "bajo secreto de sumario", según explicó Mikel Unzalu. Pero los jeltzales pronto se apresuraron a rechazar esta respuesta. Especialmente teniendo tan vivo como aún tienen el recuerdo de las comisiones de investigación que la Cámara cerró hace apenas unos meses sobre presuntos casos de espionaje y corrupción que afectaban a ex altos cargos de su partido a pesar de que también estaban en la misma situación judicial. "Nosotros no pediremos abrir una comisión de investigación sobre un asunto tan sensible como éste porque no somos iguales que ustedes", subrayó Martínez. Y rompió a llover.

responsabilidad y electoralismo Este alarde de responsabilidad fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de Unzalu, que encaró la tribuna dispuesto a todo. "No supieron digerir la pérdida del poder"; "practican una política de tierra quemada"; "actúan con sectarismo"; y "todo les sirve con tal de arañar un puñado de votos radicales, cuyo discurso parecen haber hecho suyo", respondió por momentos a gritos el parlamentario socialista. Parecía aplacarse cuando llamó al PNV a "retomar el camino de la lealtad" que el PSE mostró "en los momentos más difíciles" durante los gobiernos nacionalistas, pero el fragor de la batalla pudo más y Unzalu dejó el micrófono acusando al PNV de querer una Policía a su servicio.

PP y UPyD compartieron esta lectura "electoralista" de la iniciativa jeltzale, si bien la popular Nerea Llanos aprovechó para repartir sus dardos acusando al PNV de "instrumentalizar" este caso ahora, añadió, "que es "inminente el adelanto electoral" ante un Gobierno "agónico y que está con ventilación asistida".

Perdidos en un cruce de reproches en el que Unzalu acusó al PNV de haber traspasado las "lineas rojas", y Martínez le acusó de recurrir al insulto embarrado para esconder su "falta de argumentos", el Parlamento rechazó pedir responsabilidades hasta que se pronuncie la Justicia.

Mientras, con Aralar, EA e IU-Ezker Anitza centrados en volver a las causas de la tragedia para pedir una vez más verdad, justicia y el fin definitivo del uso de pelotas de goma -"es la única medida concreta que garantiza que algo así no se repita", subrayó Mikel Basabe-, los votos de PSE, PP y UPyD bastaron para zanjar esta cuestión limitándose a pedir que Interior acelere "en la medida de lo posible" la aplicación de otro tipo de material antidisturbios.