Madrid. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha vuelto a mostrar de nuevo su alergia al al Parlamento y ha rechazado convocar este año el tradicional Debate sobre el estado de la Nación. Esta decisión es más grave si se tiene en cuenta que se toma después de que el jfe del Ejecutivo se negara a comparecer en el Congreso antes del mediados de julio para explicar los términos, plazos y condiciones del rescate del Eurogrupo para la banca española, cuya petició formal será realizada, previsiblemente, hoy mismo por el Gobierno del PP ante las autoridades de Bruselas.

Desde el Gobierno se escudan en que no se convocará este año el debate "porque un presidente del Gobierno nunca se ha sometido en el Congreso a un debate de política general en el año de su investidura".

La tradición de estos debates se inició con Felipe González en 1983 y, desde entonces, sólo han dejado de celebrarse en siete ocasiones, al convocarse elecciones generales.

Sin embargo, hubo dos años, en 1989 y 2011, en los que a pesar de que se celebraron elecciones hubo también Debate sobre el estado de la Nación debido a que la convocatoria de comicios tuvo carácter anticipado. El debate de 1989 se celebró en febrero, y como Felipe González decidió adelantar a octubre las elecciones, en diciembre de ese año el Congreso fue escenario de su debate de investidura.

Al año siguiente, en 1990, no hubo debate del estado de la nación, que se celebró dieciséis meses después de las elecciones que González había vuelto a ganar con mayoría absoluta. El calendario es calcado al actual, ya que el año pasado el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero convocó el debate del estado de la nación en junio y después anunció que las elecciones se adelantaban a noviembre, con lo que en diciembre se organizó el debate de investidura de Mariano Rajoy.

Excluido finalmente este debate, una de los principales citas parlamentarias que acogerá el Congreso este año será la que protagonizará Rajoy en julio tras el Consejo Europeo que se celebrará en Bruselas a finales de este mes. La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, denunció la actitud "escapista" del Gobierno al decidir que no haya debate, una cita que considera que está más justificado que nunca celebrarla ahora.

El líder de IU, Cayo Lara, acusó al Gobierno de dar la espalda a la democracia y consideró que Rajoy tendría que "debatir con naturalidad" sobre la situación económica y hacerlo en la sede de la representación de la soberanía popular que es el Parlamento. Los portavoces de CiU, el PNV, Coalición Canaria y UPyD en el Congreso también criticaron con dureza que el Gobierno no vaya a convocar este año el debate y coincidieron en señalar que el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, menosprecia al Parlamento con esta decisión. Para el portavoz de CiU en la Cámara Baja, Josep Antoni Duran Lleida, que no haya debate supone "hurtar al Parlamento y a través del Parlamento a la ciudadanía". Igualmente crítica fue la portavoz de UPyD, Rosa Díez, para quien Rajoy "tiene mucha alergia a dar cuentas" al Congreso, como lo demuestra el hecho de que aún no haya comparecido para explicar el "rescate" bancario, y sólo acude a la Cámara "cuando no le queda más remedio". El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, señaló que la "normativa vigente dice que cada año debería haber un debate sobre el estado de la nación", y añadió que, como diputado, no puede cuando menos reivindicar que el Gobierno cumpla con su obligación de dar cuentas a la Cámara.