bilbao. La historia se repite. Tres años después de que varias dotaciones del Ejército de Tierra tomaran el alto del monte Gorbea, en unas maniobras que tuvieron como colofón la colocación de una bandera española de grandes dimensiones en la cruz de este mítico alto, ayer, más de trescientos militares regresaron a la zona. Una presencia de uniformados que se produce cuando el debate sobre la continuidad del Ejército en la CAV es cuestionada por el grueso de fuerzas abertzales y en medio de la campaña de defensa de la singularidad española que el Ministerio de Defensa ha impulsado en los últimos meses, que tuvo su punto álgido el pasado fin de semana con una jura de bandera abierta para civiles en el cuartel de Soietxe.
"no es una provocación" Desde la delegación del Gobierno español en la CAV quisieron quitar importancia a las maniobras y las encuadraron dentro de los "múltiples entrenamientos". "El Ejército está aquí y va a seguir estando. No hay que buscar nada raro detrás de las maniobras en el Gorbea. Son unidades de élite que tienen que realizar ejercicios en zonas similares en las que luego van a actuar, no es una provocación", subrayaron fuentes de la delegación que comanda Carlos Urquijo, quien incluso pidió a los vascos que muestren "algo de gratitud" hacia el Ejército porque "siempre han estado con los vascos cuando lo han necesitado".
Amaiur lamentó que el Ejército español "vuelva a ocupar" lugares emblemáticos de Euskal Herria y pidió que "desaparezcan para siempre", antes de acusar al Ejecutivo de Rajoy de realizar "provocaciones" para "desviar la atención pública ante la bancarrota del Estado o los reaccionarios recortes".
Esta polémica sigue a la que se creó hace dos meses cuando los militares se entrenaron en Elgeta crispando los ánimos de la Corporación, que recordó que "en 1937 tuvieron carta blanca para fusilar y violar", y eligieron justo el 75 aniversario de la entrada de los franquistas en la localidad para volver allí armados.