donostia. No se escuchó una palabra en euskera. Ni un egunon. Ni un eskerrik asko. Ni un coloquial agur, siquiera. El partido liderado por Rajoy cerró ayer en Donostia la 17 Interparlamentaria del PP con la presencia del propio presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, sin pronunciar una sola palabra en euskera en ninguno de los tres discursos finales que fueron seguidos por la prensa desde una sala empapelada con el lema "PP, Comprometidos con España". La situación económica lo iba a acaparar todo.

Primero salió Javier Arenas, que recibió el apoyo público de su presidente para acallar los rumores que hablan de un descontento por los malos resultados en Andalucía, después el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, y finalmente Rajoy, que no tardó en dejar claro que no iba a responder a las demandas del FMI exigiéndole un incremento inmediato del IVA y un descenso también inminenente de los salarios públicos.

No respondió, al menos públicamente, porque en su discurso evitó referirse a este hecho y al término del acto esquivó a los periodistas a los que saludó, eso sí desde la distancia marcada por su equipo de seguridad, mientras se subía a un Audi que le esperaba con el motor en marcha. Antes, hizo una confidencia a algunos periodistas de confianza, sin cámaras ni micrófonos que sirvan de testigo, en la que según desveló la agencia Efe, Rajoy aseguró que "por ahora" no va a aplicar las medidas propuestas por el FMI, como la subida del IVA que, pese a todo, ya dijo hace meses que subiría.

A lo que sí se comprometió Rajoy durante su discurso ante sus compañeros de partido fue a continuar con las reformas tras defender los recortes acometidos hasta el momento. "Vamos a continuar haciendo reformas toda la legislatura. Es una legislatura en la que no solo tenemos que salir de la crisis, tenemos que preparar al país para el futuro" y "no gastar lo que no tenemos". "Si somos capaces entre todos, Gobierno, comunidades autónomas y ayuntamientos, de trabajar en esta dirección, yo aseguro que España sale adelante y pronto", aseguró.

En su balance de reformas adoptadas, en estudio y por abordar citó, entre otras y de carrerilla, "la reforma laboral, la reforma de los organismos reguladores, la del sector eléctrico, la reforma de las leyes de presupuestos o las reformas en el sector público".

El presidente del Gobierno español reclamó que "hay que hacer nuestra economía más flexible y más competitiva", defendió la importancia de los bancos y criticó la "descomunal deuda" que tiene España, o del derroche en infraestructuras, entre las que citó el elevado número de aeropuertos, aunque omitiendo la responsabilidad de su partido en estas cuestiones. También, omitiendo anteriores recortes, aseguró que su prioridad sigue pasando por asegurar "las pensiones, la sanidad y la educación", aunque prefirió quedarse en el eslogan y no profundizar.

Rajoy defendió además que, para no generar más "dudas" en los mercados, Europa tiene que trasmitir el mensaje de que "el euro es un proyecto irreversible", y mostró su confianza -"estoy absolutamente convencido"- de que Grecia no abandonará la moneda única. Además, reclamó que "Europa necesita más integración política, fiscal y bancaria".

"Europa tiene que transmitir al mundo el mensaje de que el euro es un proyecto irreversible"

"Estoy absolutamente convencido de que Grecia no abandonará la moneda única europea"

mariano rajoy

Presidente del Gobierno español

Mariano Rajoy llena su copa con una botella de agua, durante su intervención ayer en Donostia. Foto: iker azurmendi