BILBAO. El atentado tuvo lugar en un polígono industrial de Irun la noche del 23 al 24 de agosto de 2000 y fue dirigido contra dos cabezas tractoras de la empresa Olloquiegui S.A y contra dos camiones de la empresa Decoexa. en total estallaron cuatro bombas.
La sentencia declara probado que Fernández Iradi y García Montero en aquella fecha estaban encuadrados en el "comando Buruntza" de ETA que operaba en Gipuzkoa. Esta célula era complementada por un comando "legal" denominado "Erezuma". Tras recoger información sobre las empresas de transporte, indica la sentencia que "Susper" y otro miembro de ETA ya condenado por estos atentados, -Francisco Javier Macazaga, junto con Ainhoa García, prepararon cuatro bombas de unos 250 gramos de explosivo cada una. Después ordenaron a los miembros "legales" (no fichados) del "comando Erezuma" que los colocaran, cosa que hicieron la noche del 23 al 24 de agosto de 2000. La empresa Olloquiegui sufrió daños tasados en 29.754,95 euros. La empresa Eurolefesa -a la que Decoexa había cedido sus camiones- registró daños por valor de 22.638,68 euros más otros gastos de transporte de 290,42 euros.
La sentencia establece que el material explosivo utilizado en el atentado salió de un piso situado en la calle Bulandegi, de Zizurkil, que era utilizado por las dos células de ETA mencionadas. Las huellas de Ainhoa García fueron encontradas en una carpeta intervenida en el piso en la que se recogían objetivos para atentar contra ellos, mientras que las huellas de Susper estaban en diversos objetos de la vivienda.
Ainhoa García Montero, que fue extraditada por Francia el pasado 8 de marzo, aunque había sido entregada de forma temporal en dos ocasiones anteriores, está condenada a 140 años de cárcel por el atentado contra el concejal socialista Iñaki Dubreuil que causó la muerte a dos trabajadores de la empresa Elektra, de Donostia. "Susper" fue absuelto de su participación en ese atentado.