Hace un mes el grupo de Comisarios Políticos que dirige desde la calle el "Colectivo de presos" intentaba añadir intencionadamente más cerrojos a las puertas de los presos, de todos los presos, mediante un comunicado en el que descalificaban la llamada vía Nanclares en términos de arrepentimiento-delación. Lo preocupante es que ese comunicado, redactado apresuradamente en nombre del EPPK con la intención de embarrar más el terreno, no estaba escrito por los presos sino desde cómodos despachos que no tienen cerrojos y por comisarios políticos que viven bien y duermen a diario en sus casas.

Saben la diferencia que hubo en Italia entre el arrepentimiento en términos políticos y la disociación. Saben que aquí no ha habido delación, saben lo que pensamos y los pasos que hemos dado, saben la verdad, y así y todo lo manipulan. Les encanta utilizar la etiqueta de arrepentidos porque con eso impiden que otros presos se salgan de la vía que ellos imponen. Son las mismas personas que, a los días de la tregua de ETA del 2006 y cuando en la calle aún se notaba la alegría de la gente, iban por los locutorios de las cárceles diciendo a los presos que si pensaban que ese proceso suponía el fin de la lucha armada se equivocaban, que no se podía seguir sin la lucha armada. Son los mismos que intentaron frenar la ponencia Zutik Euskal Herria, y el fin de la lucha armada, introduciendo en su lugar en las cárceles la ponencia Mugarri.

Son responsables, entre otros, de que ETA haya tenido que dejar la lucha armada sin conseguir nada, nada de lo que pretendíamos, nada más que alargar el sufrimiento, y con 700 presos en las cárceles que están cumpliendo íntegras condenas de 30 años. Y, a pesar de todo eso, sin tener en cuenta que en general la gente está teniendo la "delicadeza" de evitar recordarles que han llevado la historia de ETA a un final de inanición y derrota, son ellos los que siguen con esa mentalidad de creerse con el derecho de machacar a los que discrepamos.

En Irlanda hace ya 15 años, también tuvieron problemas con un sector minoritario (los IRA Verity y Continnuity), que llegaron de tratar de traidores a Gerry Adams y Martin McGuinness. Aquí el problema ha sido que ese sector minoritario ha seguido controlándolo todo hasta que desde Batasuna decidieron hacer su propio camino e imponerse ante los que lo impedían. Desde entonces, ese sector de comisarios políticos solo controla el colectivo de presos y lo hace de manera inhumana, engañando a los presos y sus familiares, que si supieran la verdad de cómo andan y las oportunidades que deliberadamente han dejado pasar no les perdonarían nunca.

Con el último comunicado en nombre del EPPK han vuelto a marear la perdiz. No nos referimos a los presos, estos ya asumieron el 20 de octubre que la lucha armada se había terminado. Nos referimos a los Comisarios políticos que lo redactaron, a los que en lugar de asumir algo tan simple y tan evidente como "reconocemos el daño que hemos causado", juegan con los conceptos para decir "No nos negamos a reconocer que el conflicto ha generado perjudicados y víctimas", siendo conscientes de que un texto de ese tipo no ayuda a solucionar el problema de los presos sino que genera aún más frustración.

Desde la Amnistía de 1977 hasta hoy, salvo los presos de ETA p-m en el 82 (a los que tratamos de liquidacionistas, arrepentidos, traidores?), todos los presos han salido de la cárcel en función de su situación personal, cumpliendo la condena que cada uno tenía, pagando la fianza que en cada caso les ponían. Ninguno ha salido de forma colectiva.

Después de 35 años de tanto sufrimiento, que hemos generado y hemos tenido, hace falta más sensatez para solucionar la difícil situación de los presos. Y esta no se edulcora con unos resultados electorales que en los años 87-89 eran más favorables a una acumulación de sectores de izquierda soberanista. Hacerlo ahora, 25 años después, con una política institucional normalita y más cercana a la de EA que a la de HB, está bien pero tampoco es como para echar cohetes, sobre todo desde las cárceles.

La realidad es que hace más de dos años el gobierno planteó a los presos la posibilidad de dar pasos y buscar soluciones en el marco de la legalidad, fundamentalmente en base a comprometerse a dejar la lucha armada y reconocer el dolor causado. El Gobierno actual lo plantea en dos fases: en la primera, para que haya acercamientos, cada preso debe desvincularse de la lucha armada y en la segunda fase, dar pasos y buscar soluciones en el marco de la legalidad. No vamos a ser nosotros, que conocemos cómo está el panorama, los que digamos si se han suavizado o se han endurecido las condiciones. No es un tema para bromas ni para que desde las páginas de cierto periódico se alegraran con titulares sobre el "fracaso de la vía Nanclares" cuando saben mejor que nadie que la situación de los presos se ha enconado cada vez más y que el resultado es que si no quieres taza, taza y media, en dos fases y más tiempo en la cárcel para todos los presos.

Tenemos el convencimiento de que si hace dos años los comisarios políticos, y algunos más, hubieran actuado de otra manera, muchos presos podrían estar ya en las cárceles de Euskal Herria, muchos estarían en casa, otros saliendo de permiso y tendríamos un clima más positivo en la sociedad para afrontar las situaciones más complicadas.

Le llamen vía Nanclares o como le llamen, nosotros lo que aceptamos fue un planteamiento que, en el tema de los presos, nos parecía sensato. Lo hicimos no solamente por coherencia personal, también como una aportación para abrir un camino por el que mas tarde o mas temprano iban a transitar el resto de los presos. Lo que no estamos dispuestos a aceptar es que ese grupo de Comisarios Políticos nos pongan en cuestión mintiendo y manipulando la realidad. Esos que durante más de 30 años no han hecho mas que acumular frustraciones, oportunidades perdidas, años de cárcel para los presos y que no tienen otro mérito que el de haber sobrevivido a todos sus fracasos, una y otra vez, a costa del sufrimiento de los demás. Y más, cuando sabemos los motivos de la diferencia de trato que desde el Estado se ha aplicado en sus casos y en el de Bateragune. A estos, cárcel y a los comisarios políticos, vía libre para que sigan creando más frustración entre los presos y en la sociedad.

* Presos de la 'vía Nanclares'

Colaboración

por Rafa Caride Simón, Kepa Pikabea Ugalde y Joseba Urrosolo Sistiaga

Comisarios políticos

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"En 30 años no han hecho más que crear frustraciones y sobrevivir a sus fracasos a costa de los demás"