Las autoridades chinas han llevado a cabo detenciones masivas en la capital de Tíbet, Lhasa, tras registrarse las primeras inmolaciones en la ciudad, que se encuentra bajo ley marcial no declarada, denunció ayer el exilio tibetano. "Las tropas han reforzado su presencia militar, han llevado a cabo detenciones masivas y han redoblado todas las restricciones... Lhasa se encuentra bajo ley marcial no declarada", afirmó el portavoz del exilio tibetano en Nueva Delhi, Tempa Tsering. Según Tsering, entre los detenidos figuran testigos de la quema a lo bonzo el domingo de dos monjes -uno de los cuales murió y el otro resultó gravemente herido-, en la primera ocasión en que se extiende a Lhasa la actual ola de inmolaciones contra la ocupación china. El portavoz del exilio tibetano dijo que aún es imposible conocer el número de detenidos por las autoridades de Pekín. La campaña de detenciones -que Tsering afirmó que se centra sobre todo en Lhasa pero que asimismo se ha extendido a otras ciudades con población tibetana-, no impidió que ayer se registrara una nueva inmolación, al prenderse fuego una madre de tres hijos.