los partidos políticos favorables a la independencia presentaron por todo lo alto la campaña a favor del sí en un acto en el que se vieron arropados por personalidades conocidas de distintos ámbitos de la sociedad. Se trata de la campaña de estas características más larga que se haya realizado nunca en Escocia. Y es que, si se cumplen las expectativas nacionalistas, el referéndum por la independencia tendrá lugar en septiembre de 2014, unos 28 meses después del acto que tuvo lugar ayer. Un pistoletazo de salida que sirvió para dejar claro el principal mensaje de los independentistas: "Nadie mejor para decidir sobre el futuro de Escocia que los propios escoceses".

La presentación de la campaña Yes Scotland (Sí Escocia) tuvo lugar en los cines Cineworld de Edimburgo y contó con las actuaciones de la cantante Lou Hickey y Dougie MacLean, que interpreto su famosa canción e himno oficioso de Escocia, Caledonia. Ante una sala abarrotada, el primer ministro Alex Salmond explicó que el objetivo es conseguir que un millón de personas firmen el texto de la declaración por la independencia que es el eje fundamental de la campaña. Salmond subrayó que "ser independientes significa que nuestro futuro estará en manos escocesas". El líder nacionalista también animó a los presentes asegurando que el camino a la independencia no se empieza desde cero y puso de ejemplo el Parlamento.

"Si podemos gestionar la educación, ¿porqué no la economía? Si podemos gestionar nuestro sistema de salud pública, ¿por qué no podemos representarnos a nosotros mismos en el ámbito internacional?", reflexionó Salmond ante una audiencia que recibió sus palabras con una fuerte ovación. También dejó claro que no está a favor de la independencia porque Escocia sea mejor que cualquier oro país, sino porque "es igual de bueno que cualquier otro".

Sin embargo, el portavoz del Partido Nacional Escocés (SNP, en inglés) no estuvo solo. Junto a él, en el escenario, compareció Patrick Harvey, líder del Partido de Los Verdes en Escocia. Harvey aseguró que su formación apoya la independencia, no porque sean nacionalistas, sino porque creen que no tiene sentido que se gobierne desde Londres, ya que "las decisiones deben tomarse lo más cerca posible de la gente afectada". El líder de Los Verdes también insistió en la necesidad de crear un nuevo modelo económico y social. "Por eso -aseguró- si convencemos a los inconvencibles, veremos cómo la sociedad escocesa cambia a mejor". Hoy por hoy, el SNP y los Verdes son las dos únicas formaciones con representación parlamentaria que apoyan la independencia.

Conversión al independentismo Sin embargo, una de las intervenciones que más aplausos cosechó fue la del exparlamentario laborista Dennis Canavan. Comenzó su discurso admitiendo que era "un converso a la causa del independentismo". No obstante, señaló que no se debía a motivos emocionales sino a consecuencia de su experiencia en la política. "Tras 25 años en el parlamento británico de Westminster y ocho en la cámara escocesa, me he dado cuenta de que Londres está totalmente fuera de contacto con los problemas del norte de la isla", aseguró Canavan. El expolítico concluyó asegurando que la independencia "es un medio para lograr justicia social".

La importancia de un parlamento independiente propio para impulsar al país centró la mayoría de intervenciones. El actor Brian Cox se mostró especialmente crítico con la cámara británica. "Westminster no puede ver más allá de su propio puente y creo que Escocia se ha ganado su derecho a ser independiente", recalcó en un discurso en el que también se mostró convencido de que la independencia de Escocia será "ejemplo para otras pequeñas naciones". Cox se mostró convencido de que "ha llegado el momento de enseñar nuestro potencial".

Apoyos Además de Brian Cox, el acto contó con la participación de otras personalidades escocesas. Aunque se rumoreaba que el actor Sean Connery podría participar, finalmente, su presencia se limitó a la lectura de un mensaje que hizo llegar a los organizadores del acto. "Esta campaña tiene sus raíces en la inclusión, la igualdad y en el valor básico democrático de que el pueblo de Escocia es los mejores guardián de su propio futuro", apuntó Connery. Por su parte, el actor Alan Cumming, que también apoyó la declaración de independencia, se mostró convencido que desde que la nación cuenta con un parlamento, ha florecido un sentimiento de orgullo y confianza.

Mientras, los opositores al referéndum lanzaron sus críticas antes incluso de la presentación de la campaña en Edimburgo. Por la mañana, el exlaborista Alistair Darling hizo públicos unos datos en los que aseguraba que el 57% de la población está en contra de la independencia. Darling aseguró que las cifras suponen el "fracaso" de Salmond, ya que los datos de población favorable a la independencia no han aumentado a pesar de los años de gobierno nacionalista.