Vitoria. Los ecos de la sentencia que mantiene en prisión a Arnaldo Otegi por el caso Bateragune resonaron ayer en varios puntos de Euskadi. En el Gobierno Vasco, su portavoz, Idoia Mendia, consideró que un recurso "tendría bastante enjundia" vista la sentencia, mientras que los firmantes del Acuerdo de Gernika ven en el dictado de los jueces una "grave agresión".
La dirigente socialista argumentó su lectura en los dos votos particulares que incluye la sentencia: de los cinco magistrados, uno se mostró favorable a repetir el juicio por la supuesta reconstrucción de Batasuna con un "tribunal imparcial", mientras que otro aseguró que Otegi debía haber sido absuelto. Dos votos "muy significativos", según Mendia, que conceden "bastante enjundia" al recurso que la defensa del exmahaikide probablemente presentará en el Tribunal Constitucional.
Por su parte, los firmantes del Acuerdo de Gernika valoraron ayer en Pamplona que dicha sentencia ha provocado "un terremoto político". En su opinión, el Estado español "debe dar pasos en el camino de una solución democrática y debe de adoptar una actitud activa a favor de la normalización democrática", pero "lamentablemente parece que la dirección tomada es la contraria".
De forma paralela a esta reacción, Donostia acogió también ayer un encuentro de mujeres de diversas ideologías, entre ellas miembros de la izquierda abertzale, el PSE, EA o Aralar, que suscribieron, a título personal, un manifiesto en el que se demanda la puesta en libertad de los condenados por el caso Bateragune.
"No es delito defender ideas por vías democráticas y pacíficas", asegura el texto presentado en una rueda de prensa en la que comparecieron una treintena de mujeres, entre las que figuraban la portavoz del PSE en las Juntas Generales de Gipuzkoa, Rafaela Romero, y las representantes de la izquierda abertzale Jone Goirizelaia y Arantxa Urkaregi.
Además de estas voces conocidas, ciudadanos anónimos también quisieron mostrar su rechazo a la sentencia del Supremo en una manifestación que se desarrolló en Elgoibar, localidad natal de Otegi, en la tarde de ayer. En la cita tomaron parte cerca de un millar de personas, con nutrida representación política.