Vitoria. Los parlamentarios díscolos de Aralar, expulsados esta semana de la formación abertzale, abandonarán la Cámara vasca al final del periodo de sesiones, según anunciaron el miércoles, pero en las ocho semanas que restan para alcanzar el 30 de junio que finiquita este periodo de actividad parlamentaria tampoco tienen intención de seguir en su actual bancada como grupo propio si el único aforado afín a la Ejecutiva, Dani Maeztu, pide su traslado al Grupo Mixto en el que, hoy por hoy, cohabitan EA, IU-Ezker Anitza y UPyD.
Ante este supuesto, Aintzane Ezenarro, Oxel Erostarbe y Mikel Basabe también formarían parte del Grupo Mixto, según avanzó ayer este último en los micrófonos de Onda Vasca. En este contexto, argumentó que su intención "no es mantener un grupo, sino terminar los trabajos que tenemos pendientes".
En el caso de Maeztu, el aforado advirtió que su traslado se produciría en caso de que antes del próximo lunes los díscolos no entreguen la portavocía que actualmente recae sobre Aintzane Ezenarro, una de las condiciones impuestas por la Ejecutiva junto a la entrega de las actas tanto de Ezenarro como de Basabe y Erostarbe en el mismo plazo. No obstante, el propio Maeztu dejó entrever en su intervención de hace dos días que el verdadero escollo reside en quién es el portavoz de un grupo fragmentado y en el que sólo él sigue perteneciendo a la disciplina del partido liderado por Patxi Zabaleta.
Así las cosas, sólo falta saber si las conversaciones que ambas partes mantendrán hasta el lunes -ayer mismo los cuatro participaron en el Pleno semanal- fructifican en un acuerdo. Desde el sector díscolo, Basabe aseguró que en ningún caso tienen intención de gestionar el dinero que como grupo propio recae sobre la bancada de Aralar, ni la parte prorrateada que les correspondería por este concepto en caso de pasar a formar parte del Grupo Mixto.
Al margen del asunto económico, el parlamentario valoró que después de la expulsión que oficializó el partido al principio de la presente semana "es contradictorio" que reclamen la portavocía. En este sentido, Basabe cuestionó si la Ejecutiva piensa que por el hecho de mantener la estructura actual los díscolos van a cambiar de opinión y van a seguir hasta el final de la legislatura que, por otra parte, está pendiente de la decisión de López de adelantar o no los comicios.