Irun. "Ha llegado la hora". Con estas palabras, la izquierda abertzale, Eusko Alkartasuna, Alternatiba, Aralar y Abertzaleen Batasuna firmaron ayer en el auditorio de Ficoba (Irun) el documento titulado Compromiso para la estrategia nacional en el que las cinco fuerzas políticas realizan una "apuesta firme y estratégica" hacia una Euskal Herria independiente "sustentada sobre la paz, la libertad y la justicia" y que integre "todos los territorios" vascos, materializando el "proyecto estratégico Zazpiak bat". "Queremos ver superados el conflicto político y la violencia en Euskal Herria", apuntan.
Para ello, sin alusiones ni peticiones expresas a ETA aunque sí a los Estados español y francés, volvieron a incidir en la necesidad de alcanzar "una paz justa, sin vencedores ni vencidos" así como en el "reconocimiento y la reparación de las víctimas; de todas, sin excepción". Reclamando, además, "un cambio en las políticas penitencias de los estados francés y español, si verdaderamente se consideran democráticos", que debe pasar, dijeron, por el acercamiento de los "presos políticos", la derogación de la doctrina Parot o la puesta en libertad aquellos que padecen enfermedades graves.
Rufi Etxeberria y Anita Lopepe (Izquierda abertzale), ocupando el centro de la mesa; Peio Urizar y Miren Urrestieta (EA) colocados a su derecha; Peio Etxeberri-Aintziart y Mertxe Colina (Abertzaleen Batasuna) a su izquierda, Oskar Matute y Amaia Agirresarobe (Alternatiba) en el margen izquierdo de la mesa y Patxi Zabaleta y Rebeka Ubera (Aralar) en el derecho, se encargaron de firmar y dar lectura al manifiesto alternando euskera, francés y castellano.
Tras ellos, cerca de 200 integrantes de las cinco sensibilidades, entre los que se encontraban el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano; el diputado de Política Social, Ander Izagirre, así como Joseba Permach, Pernando Barrena, Maribi Ugarteburu, Jone Goirizelia, Unai Ziarreta, Ikerne Badiola o Dani Maeztu.
El documento, en el que defienden la "acumulación estable de fuerzas independentistas y soberanistas, de izquierda", se marca cinco objetivos que aparecen reflejados en este orden: la construcción de Euskal Herria como nación soberana en Europa; el logro de la paz y derechos civiles y políticos; la defensa de un modelo económico soberano, justo y ecológico, la construcción de Euskal Herria y la oficialidad y normalización del euskera.
Así, tomando como hoja de ruta el Acuerdo de Gernika y las conclusiones de la Conferencia de Paz de Aiete abogan por "un diálogo sin exclusiones" que, sobre los principios Mitchell, sea capaz de superar los "límites institucionales y administrativos" y "nos dirija hacia un acuerdo democrático" que posibilite "la construcción de una paz justa, sin vencedores ni vencidos".
"todas las verdades" Tras denunciar que "los Estados español y francés no pueden seguir haciendo oídos sordos a las conclusiones de Aiete" las cinco formaciones abertzales exigen a ambos gobiernos que dejen de actuar "parapetados en leyes de excepción que quebrantan derechos civiles y políticos". Así, reclaman el fin de la dispersión de los presos, de la doctrina Parot, el regreso de "refugiados y deportados" o la puesta en libertad de los presos con enfermedades graves.
"Es hora de que empecemos a dar pasos desde todas las partes implicadas. Esos pasos se deben dar también en lo que a normalización política se refiere, garantizando la legalización de todas las fuerzas y agentes políticos, para que todas las expresiones de violencia desaparezcan", señala el documento. Por ello, defienden que "urge el reconocimiento y la reparación de las víctimas; de todas, sin excepción". Un paso que, añaden, "servirá para reconocer todo el sufrimiento y conocer todas las verdades".
En este sentido, y en otro apartado en el que los principios del acuerdo, defienden "el respeto y la defensa de todos los derechos humanos para todas las personas, colectivos y pueblos". Tras denunciar que "hemos sufrido el quebranto de los derechos humanos durante muchos años de conflicto político" y "nos han hurtado el derecho a decidir como pueblo" abogan por emprender un camino que lleve a Euskal Herria a la autodeterminación para lograr "la transformación nacional y la transformación social".
En ese sentido, lamentan la situación "asimétrica" que provoca que todavía hoy Euskal Herria se encuentre "dividida" entre dos Estados "con culturas democráticas muy diferentes" y que mientras la parte situada en el Estado español "cuenta con dos marcos jurídicos" (CAV y Navarra) con "realidades y velocidades distintas", la zona del Estado francés "sigue sin tener ningún reconocimiento institucional".
Asimismo, realizan una defensa de la "pluralidad" de la nación vasca, integrada "por personas libres, cualquiera que sea su género, etnia, credo, orientación sexual, origen, cultura o idioma" pero también en "igualdad" entre hombres y mujeres.
Del mismo modo, "como defensores que somos de los derechos humanos y los derechos lingüísticos", denuncian que hoy "legal y socialmente el euskara está arrinconado" y abogan por su reconocimiento, oficialidad y normalización "en toda Euskal Herria".